Así se desprende de un informe de Barclays, que pone de manifiesto "la elevada exposición" al sector inmobiliario que soportan las entidades en España al asumir inmuebles como pago de las deudas contraídas por empresas incapaces de hacer frente a sus obligaciones financieras.
Concretamente, Barclays considera que la exposición al ladrillo de las cajas de ahorros es superior a la de los bancos, a la luz del crecimiento exponencial que han experimentado los activos inmobiliarios en sus carteras en los últimos doce meses.
Según los datos que maneja esta entidad, las cajas contaban con activos inmobiliarios en balance por importe de 2.000 millones de euros en septiembre de 2008, mientras que doce meses después, estos activos alcanzan los 12.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 500%.
En el caso de los bancos, y según los últimos datos disponibles, el ladrillo en balance es superior al de las cajas de ahorros, de 13.400 millones de euros, pero su incremento es significativamente menor (100%), ya que doce meses antes dichos activos ascendían a 6.500 millones.
Barclays pronostica además que los concursos de acreedores en el sector promotor se seguirán produciendo "por un tiempo", lo que acentuará la presión que las entidades financieras sufren por tener activos inmobiliarios en sus balances.
Más impagos de promotores
"Pronosticamos que esta evolución continuará y siga aumentando la presión sobre el sector financiero español a medida que los promotores inmobiliarios busquen descargar sus activos en bancos y cajas", dice el informe, que sostiene esta hipótesis en la creciente morosidad de los promotores.
La tasa de impago de los promotores se elevó al 8,72% en el tercer trimestre del ejercicio 2009, desde el 8,17% del trimestre anterior, y del 7,82% correspondiente al primer trimestre del año pasado, argumenta Barclays.
En este sentido, alega que la debilidad del mercado inmobiliario en España -donde las quiebras de promotoras no dejan de crecer desde el primer semestre de 2007, cuando se contabilizaron 31, frente a las 323 registradas en el segundo semestre de 2009- apuntan a que bancos y cajas continuarán engrosando sus activos inmobiliarios.