Se espera que la institución, cuya sede está en Charlotte, Carolina del Norte, firme en los próximos días los documentos para pagar los fondos del Programa de Alivio para Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés).
La entidad estadounidense planea pagar esta cantidad utilizando 26.200 millones dólares (17.300 millones de euros) de la liquidez disponible y 18.800 millones dólares (12.400 millones de euros) en ingresos procedentes del beneficio de la venta de acciones.
Hasta la fecha, Bank of America ha pagado 2.540 millones de dólares (1.680 millones de euros) en dividendos al Tesoro de EE.UU. correspondientes a la inversión del TARP. Además, devolver la cantidad prestada permitirá ahorrar a la empresa aproximadamente 3.600 millones de dólares (2.380 millones de euros) en costes de dividendo anual de dicha inversión.
Según informa la cadena británica BBC, un funcionario del Tesoro de Estados Unidos calificó la decisión como "un paso en la dirección correcta" y añadió que reemplazar el dinero estatal con capitales privados fomentará la confianza.
El analista Jon Bithrey recordó que, aunque varios bancos fueron rescatados por el gobierno, Bank of America tuvo que recurrir a un segundo paquete de ayudas para afrontar no sólo sus problemas sino también los de Merrill Lynch, institución financiera que compró en septiembre de 2008.
"Nos quita el estigma que hemos llevado como empresa", dijo el portavoz del banco, Bob Stickler, al comentar el acuerdo para pagar el préstamo.
La cancelación le permitirá además liberarse de las restricciones que le impuso el gobierno al entregarle el dinero, entre ellas, los límites al pago de bonos a sus ejecutivos.
Desde septiembre pasado, cuando su actual presidente ejecutivo, Ken Lewis, anunció que dejaría el cargo, el banco no ha logrado encontrar a nadie para reemplazarlo. "Ahora seremos más atractivos para cualquier candidato al cargo, ya sea alguien de dentro o de fuera", señaló Stickler.
Lewis, que se retira a fin de año, ha dicho varias veces que su meta es devolver los fondos prestados antes de dejar la empresa.
El acuerdo con el Gobierno fue negociado por el presidente de riesgo de la institución, Greg Curl, quien ha sido mencionado como posible reemplazante de Lewis.