LD (EFE) En su último informe de coyuntura, esta entidad advierte de que el "riesgo más relevante" sobre estas previsiones está en el mantenimiento en los próximos trimestres del precio del petróleo o en que no se confirme la recuperación en la zona euro. Así, afirma que, de consolidarse en el primer semestre del 2005 un precio de 45 dólares el barril de Brent, el PIB previsto se recortaría alrededor de medio punto, en tanto que los precios se acelerarían entre dos y tres décimas.
El documento destaca que "el sostenido crecimiento del empleo" en tasas cercanas al dos por ciento mantendrá el año que viene la renta disponible de los hogares, que se desacelerará ligeramente, tras el efecto de la reforma del IRPF de 2003. También se desacelerará la riqueza inmobiliaria, aunque eso sí "ordenadamente", dada la finalización de las caídas de los tipos hipotecarios.
Los analistas del BBVA esperan que el barril de crudo se sitúe el año próximo en torno a 35 dólares, dos menos que lo calculado para el 2004, al tiempo que el comercio mundial se acelera hasta el entorno del 8,5 por ciento. En cuanto al PIB de la UEM, creen que aumentará el 1,8 por ciento este año y el 2,1 por ciento el próximo, con una expansión más intensa de la demanda interna, que pasará de crecer el 1,5 al 2 por ciento.
En lo que se refiere a la composición del crecimiento español el año que viene, BBVA cree que la demanda interna volverá a protagonizar el dinamismo, con un avance del 3,4 por ciento (dos décimas menos), aunque el sector exterior reducirá su aportación negativa tres décimas, hasta el 0,9 por ciento. El consumo privado se moderará ligeramente, del 3,4 al 3,1 por ciento, y la inversión se acelerará, del 3,5 al 3,7 por ciento.
Dentro de la inversión, la construcción se desacelerará del 4,1 al 3 por ciento, pero será compensado por el componente de equipo, que pasará del 2,8 al 4,6 por ciento. Sobre la inflación, los expertos del BBVA auguran que el IPC cerrará el 2005 en el 3,2 por ciento, una décima más que este año, y destacan que los aumentos salariales se mantendrán en tasas próximas al 2,9 por ciento.
El documento destaca que "el sostenido crecimiento del empleo" en tasas cercanas al dos por ciento mantendrá el año que viene la renta disponible de los hogares, que se desacelerará ligeramente, tras el efecto de la reforma del IRPF de 2003. También se desacelerará la riqueza inmobiliaria, aunque eso sí "ordenadamente", dada la finalización de las caídas de los tipos hipotecarios.
Los analistas del BBVA esperan que el barril de crudo se sitúe el año próximo en torno a 35 dólares, dos menos que lo calculado para el 2004, al tiempo que el comercio mundial se acelera hasta el entorno del 8,5 por ciento. En cuanto al PIB de la UEM, creen que aumentará el 1,8 por ciento este año y el 2,1 por ciento el próximo, con una expansión más intensa de la demanda interna, que pasará de crecer el 1,5 al 2 por ciento.
En lo que se refiere a la composición del crecimiento español el año que viene, BBVA cree que la demanda interna volverá a protagonizar el dinamismo, con un avance del 3,4 por ciento (dos décimas menos), aunque el sector exterior reducirá su aportación negativa tres décimas, hasta el 0,9 por ciento. El consumo privado se moderará ligeramente, del 3,4 al 3,1 por ciento, y la inversión se acelerará, del 3,5 al 3,7 por ciento.
Dentro de la inversión, la construcción se desacelerará del 4,1 al 3 por ciento, pero será compensado por el componente de equipo, que pasará del 2,8 al 4,6 por ciento. Sobre la inflación, los expertos del BBVA auguran que el IPC cerrará el 2005 en el 3,2 por ciento, una décima más que este año, y destacan que los aumentos salariales se mantendrán en tasas próximas al 2,9 por ciento.