L D (Europa Press) "Una comunicación transparente y clara de nuestra actividad, resultados, políticas internas y gobierno corporativo aumenta la confianza de nuestros accionistas, inversores, clientes y empleados en nuestra gestión y en el futuro del banco", afirma en una entrevista en el último número de la revista Actualidad Económica.
Botín cree que las grandes empresas cotizadas españolas no tienen nada que envidiar a las extranjeras en esta materia y que están "en primera línea en gobierno corporativo a nivel internacional". "No tenemos nada que envidiar a los países de nuestro entorno. Santander ha estado siempre en vanguardia. Nuestro modelo se basa en la igualdad de trato a los accionistas y en la máxima transparencia informativa. La eliminación de blindajes, el principio 'un accionista, un dividendo, un voto' y la información completa e individualizada sobre contratos y retribuciones de consejeros externos y ejecutivos son algunos ejemplos", añade al respecto.
Respecto a las sugerencias finales que recoge el Código Unificado de Buen Gobierno, conocido como Código Conthe, Botín subraya que el Santander "cumple desde hace años prácticamente con todas las recomendaciones contenidas en él", aunque cree que "va a suponer retos y costes considerables" para varias sociedades, especialmente las que están considerando su salida a Bolsa.
"Por ello pienso que la aplicación del Código Unificado debe hacerse con cautela. En todo caso, deben ser los accionistas y el mercado en general los que valoren las explicaciones que las sociedades cotizadas den sobre el grado de cumplimiento de las recomendaciones, reduciéndose al mínimo la intervención administrativa", comenta.
Sobre el reto que supone tener que dar respuesta a múltiples requerimientos de información de distintos supervisores debido al carácter global del banco, Botín cree que "sería bueno seguir avanzando hacia una mayor coordinación de la supervisión, sobre todo a nivel europeo".
Finalmente, el presidente del Santander considera que la política de recursos humanos, la única categoría en la que su memoria no logra la máxima puntuación, "es una prioridad" para el banco. "Tenemos que mejorar en los indicadores sobre satisfacción de los empleados", asegura, subrayando que la memoria de 2006 "va a suponer un importante avance en este campo".