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Buffett: Será difícil "desenganchar a las empresas de la teta pública"

Mensaje del exitoso inversor Warren Buffett en su carta anual a los clientes de su fondo, Berkshire Hathaway. Los privilegios que está concediendo el Gobierno de EEUU a compañías insolventes dificultan la supervivencia de los negocios más rentables. La política perturba la competencia empresarial.

Mensaje del exitoso inversor Warren Buffett en su carta anual a los clientes de su fondo, Berkshire Hathaway. Los privilegios que está concediendo el Gobierno de EEUU a compañías insolventes dificultan la supervivencia de los negocios más rentables. La política perturba la competencia empresarial.

LD (Ángel Martín) En su carta anual a los inversores de su fondo, dedica algunas observaciones a la coyuntura y acciones que está tomando el Gobierno norteamericano para combatir la crisis económica. El inversor asegura que la economía de EEUU continuará en un muy mal estado durante todo el 2009 y probablemente más allá.

No obstante, se cuida de hacer predicciones bursátiles para el corto plazo. La conclusión anterior "no nos dice si el mercado de valores subirá o bajará", explica. Aún así, es optimista para el largo plazo, al vaticinar que cuando pasen estas turbulencias, "la economía y la bolsa rebotará, y los mejores días para EEUU están por delante". Y sigue en clave positiva: "Nuestro sistema económico ha funcionado extraordinariamente bien a lo largo del tiempo. Ha liberado el potencial humano como ningún otro sistema lo ha hecho, y continuará haciéndolo".

Acerca de las medidas gubernamentales tomadas para suavizar la crisis, Buffett defiende la necesidad de actuación inmediata para evitar el colapso del sistema financiero. Utiliza el argumento de lo catastrófico que hubiera sido para toda la economía norteamericana la quiebra de todo el sistema: "Guste o no, los habitantes de Wall Street y Main Street estaban todos en el mismo barco", advierte.

A pesar de ello, también introduce matices de escepticismo, al prever que estas medida de rescates públicos masivos tendrán efectos secundarios perjudiciales para el sistema, como podría ser una mayor inflación. Un caso práctico de estas consecuencias imprevistas, según indica en su carta, consiste en que tales planes de estímulo y auxilio gubernamental suponen una recompensa oculta a la ineficiencia empresarial y, por lo tanto, castiga a las compañías más eficientes y prudentes. 

Efectos secundarios perversos

Para ello, pone como ejemplo la situación de su negocio de construcción de casas, Clayton Homes, que también cuenta con una línea de concesión de créditos hipotecarios. A pesar de haber mantenido altos niveles de exigencia a la hora de prestar dinero y de contar con unos balances saneados, la empresa se enfrenta problemas serios. Pero no por las condiciones del mercado y los impagos, sino por las acciones del Gobierno como, por ejemplo, extender las garantías públicas a préstamos a los créditos y deuda de instituciones financieras en riesgo, ya que privilegia a éstas a expensas de las que contaban con buena salud.

De este modo, se generan efectos sobre la competencia totalmente perversos, según advierte Buffett: "Aunque Berkshire tiene muy buena calificación crediticia -somos una de las siete compañías en el país con calificación AAA (máxima calidad crediticia)- nuestro coste de financiación es ahora mucho más alto que el de los competidores (subvencionados) que están en una situación financiera débil y poco fiable, pero con el soporte del gobierno". 

El Estado, al rescate del sistema financiero

Además, apunta que "grandes industrias han pasado a ser dependientes de la asistencia federal, y éstas serán seguidas por las ciudades y los estados haciendo peticiones alucinantes", indica. Conseguir que estas entidades se desengachen de la "teta pública" será un reto a nivel político, puesto que "no las abandonarán voluntariamente". 
 
Warren Buffett, CEO de la compañía Berkshire Hathaway, es uno de los inversores más exitosos del mundo. No en vano, en la actualidad es el hombre más rico del mundo, según la clasificación de 2008 de la prestigiosa revista Forbes. Seguidor del paradigma de inversión en valor (value investing), sus números hablan por sí solos: Durante casi 40 años sus fondos de inversión han obtenido una rentabilidad media anual de algo más del 20%.  

Otro dato interesante. Durante la burbuja de las puntocom se mantuvo fuera de las tecnológicas. Ahora, invierte en renovables y energías verdes. En un principio, recibió críticas por no aprovecharse de las subidas espectaculares de las compañías tecnológicas, pero posteriormente su estrategia se reveló como la más prudente.

Así, su fondo salió reforzado tras el pinchazo bursátil y la recesión que sufrió EEUU hace ahora 8 años. Mientras el índice S&P 500 sufría pérdidas de un 10% y un 23% en 2001 y 2002, respectivamente, el fondo que gestiona Buffet retrocedió un 6% en el primer año, pero obtuvo un 10% de ganancias en el segundo. 

Buffet gana un 62% menos en 2008

Sin embargo, los más grandes también fallan y cometen errores. Esta vez le ha tocado al Oráculo de Omaha, como es conocido el inversor de Nebraska. El pasado 27 de febrero, en la carta anual que envía a sus inversores, Buffett informaba de la situación y evolución de su fondo en 2008. A pesar de haber realizado certeras observaciones sobre la burbuja inmobiliaria ya en 2005, esta vez parece haberse pillado los dedos. El año 2008 ha sido el peor para el fondo, con una caída del beneficio neto desde algo más de 13.000 millones de dólares en 2007 hasta 5.000 en 2008, es decir, un 62% menos de ganancias. 

Reconoce errores de inversión


El propio inversor admitió sus errores en su carta anual, tras reconocer que había cometido algunas inversiones erróneas el pasado año. Uno de estos errores fue la compra de una parte de Conoco Phillips Inc., la tercera mayor petrolera en Estados Unidos, justo cuando los precios del petróleo estaban alcanzando máximos. Otro, la entrada en dos bancos irlandeses, con pérdidas del 89%. También resulta curioso la notable exposición que tiene su cartera al sector financiero, con Goldman Sachs, Wells Fargo o American Express, por ejemplo.

A pesar de estas importantes minusvalías, los máximos directivos de Berkshire Hathaway no están excesivamente preocupados, permaneciendo fieles a su filosofía de inversión a largo plazo. Así, afirmó Buffett, dan la bienvenida a las bajadas de precios siempre que tengan fondos líquidos disponibles para incrementar sus posiciones. 

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