LD (EFE) "No debemos permitir que esto ocurra. Debemos actuar lo antes posible", afirmó el mandatario, en lo que The New York Times calificó como su discurso más importante desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El presidente, un firme defensor del libre mercado, reconoció que en condiciones normales se opondría a un plan de intervención de la dimensión que maneja su Gobierno: 700.000 millones de dólares en la compra de activos dañados de la banca. Pero, según afirmó, "las situaciones extraordinarias merecen acciones extraordinarias", y la crisis actual requiere una maniobra "inmediata, porque de lo contrario el país entraría en una larga y dolorosa recesión".
En su discurso a la nación, pronunciado desde la Casa Blanca, el presidente trató de convencer al pueblo estadounidense de que se debe apoyar el plan de rescate. "Estamos en medio de una grave crisis financiera y el Gobierno está respondiendo con acciones contundentes", dijo Bush, quien advirtió también de que los mercados no están "funcionando apropiadamente" y se ha perdido la confianza en ellos.
Bush insistió en que los principales sectores "están en riesgo" y más bancos podrían entrar en bancarrota si el Congreso no accede a apoyar el plan de medidas.
El presidente, un firme defensor del libre mercado, reconoció que en condiciones normales se opondría a un plan de intervención de la dimensión que maneja su Gobierno: 700.000 millones de dólares en la compra de activos dañados de la banca. Pero, según afirmó, "las situaciones extraordinarias merecen acciones extraordinarias", y la crisis actual requiere una maniobra "inmediata, porque de lo contrario el país entraría en una larga y dolorosa recesión".
En su discurso a la nación, pronunciado desde la Casa Blanca, el presidente trató de convencer al pueblo estadounidense de que se debe apoyar el plan de rescate. "Estamos en medio de una grave crisis financiera y el Gobierno está respondiendo con acciones contundentes", dijo Bush, quien advirtió también de que los mercados no están "funcionando apropiadamente" y se ha perdido la confianza en ellos.
Bush insistió en que los principales sectores "están en riesgo" y más bancos podrían entrar en bancarrota si el Congreso no accede a apoyar el plan de medidas.
Bush convoca a MacCain y Obama
El presidente se dirigió al país inmediatamente después de invitar a los líderes del Congreso y a los candidatos republicano y demócrata, John McCain y Barack Obama, a una reunión mañana en la Casa Blanca para tratar de llegar a un compromiso conjunto sobre el rescate.
Los dos candidatos presidenciales emitieron un comunicado conjunto invitando a los líderes del Congreso a trabajar unidos. "Es el momento de superar las diferencias políticas por el bien de la nación. No podemos arriesgarnos a entrar en una catástrofe económica", dice el texto.
Los dos candidatos presidenciales emitieron un comunicado conjunto invitando a los líderes del Congreso a trabajar unidos. "Es el momento de superar las diferencias políticas por el bien de la nación. No podemos arriesgarnos a entrar en una catástrofe económica", dice el texto.
McCain anunció también que suspendía los actos de su campaña, retiraba los anuncios televisivos y cancelaba la recogida de fondos para desplazarse a Washington y trabajar en impulsar las negociaciones del Congreso.
Paulson y Bernanke amenazan con otra Gran Depresión
Los legisladores demócratas del Senado y la Cámara de Representantes han llegado a un acuerdo sobre el contenido del plan de rescate, según ha anunciado esta noche el congresista por Massachusetts Barney Frank. Al hacer el anuncio, Frank indicó que tienen previsto reunirse este jueves con sus colegas republicanos para aunar posiciones.
En su segunda comparecencia en el Congreso, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, advirtieron también de que si el paquete de medidas no sale adelante, la economía de EEUU. estará abocada a un caos similar al de la Gran Depresión de 1929.
Para sacar adelante el paquete el Gobierno tuvo que hacer algunas concesiones a los congresistas, entre ellas la de poner un límite a los salarios de ejecutivos de las instituciones financieras que se beneficien del programa de rescate.
"Los estadounidenses están enfadados sobre la compensación de los ejecutivos y con razón", dijo Paulson. "Este es un problema serio y estoy de acuerdo. Debemos encontrar una forma para resolverlo en el proyecto de ley sin socavar la efectividad del programa", añadió.
Mientras tanto, el FBI ha abierto una investigación a las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y la aseguradora AIG, intervenidas por el Gobierno, así como el banco de inversión quebrado Lehman Brothers, en lo que supone una nueva ramificación del mal momento que atraviesa el sector financiero.
Mientras tanto, el FBI ha abierto una investigación a las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y la aseguradora AIG, intervenidas por el Gobierno, así como el banco de inversión quebrado Lehman Brothers, en lo que supone una nueva ramificación del mal momento que atraviesa el sector financiero.