Cajastur ha presentado ante el Banco de España "un proyecto que tiene el objetivo de ser beneficioso y positivo para todas las partes y agentes implicados, tanto en Asturias como en Castilla La Mancha", recalcó la caja.
A esta oferta de Cajastur se suma la de la BBK, ya que el consejo de administración de la caja vasca anunció ayer que presentará una oferta formal por la entidad intervenida por el Banco de España para evitar su quiebra. Ibercaja es otra entidad que aparece en las quinielas del sector financiero para pujar por CCM.
En la actualidad, Cajastur ocupa el puesto 20 del ránking de cajas de ahorros en España por volumen de activos hasta junio de 2009, con 15.689 millones de euros, mientras que es la novena en cuanto a resultado atribuido, con 104 millones de euros.
El plazo marcado por el Banco de España para presentar propuestas por CCM finaliza este viernes. Desde el pasado 5 de octubre, las cajas interesadas en CCM han tenido a su disposición toda la documentación sobre los estados contables, financieros y patrimoniales de la entidad.
Interventores del Banco de España
El Banco de España se ha comprometido a tener una solución para CCM antes del 20 de noviembre. La decisión definitiva será adoptada por los tres interventores del organismo con los informes técnicos y las propuestas que se hayan hecho llegar. Estos tres interventores hacen las funciones del consejo de administración destituido tras la intervención.
Posteriormente, la propuesta tendrá que ser elevada a la asamblea general de la entidad, máximo órgano de decisión de CCM, y quien tiene potestad para dar vía libre al futuro de la entidad así como el Gobierno de Castilla-La Mancha a través de la autorización del Consejo de Gobierno, como establece la Ley regional de Cajas.
El plazo de presentación de propuestas al banco suizo de inversión UBS -contratada por CCM para asesoramiento- se abrió a principios del mes de octubre, después de que Deloitte entregara su análisis de la situación de la caja castellano-manchega, intervenida por el Banco de España desde el pasado 29 de marzo.Dudas
Según Europa Press, en representación de CCOO, Fernando Botica se preguntó qué fórmula de fusión habrán propuesto estas entidades una vez que sus portavoces y gobiernos autonómicos ya han advertido de que no se arriesgarán a perder el control en la Asamblea General resultante y no parecen aceptar una "fusión por absorción" como propone el Banco de España.
En este sentido, Botica admitió tener "dudas" sobre las propuestas que las entidades asturiana y vasca han presentado al Banco de España puesto que, por su volumen, a CCM le correspondería más representación en la Asamblea General que a BBK y Cajastur, y en el caso de ésta última la diferencia sería incluso mayor.
No obstante, el dirigente de CCOO afirmó que "más allá" de la fórmula que se utilice en la fusión, la preocupación del sindicato está en que se mantengan el mayor porcentaje posible de los 3.000 trabajadores de CCM y que el "excedente" de personal tras la fusión se resuelva "sin medidas traumáticas ni de forma unilateral".
No a una "empresa participada"
Asimismo, Carlos Jiménez, en representación de UGT, hizo hincapié en la importancia de que "no se desvirtúe la naturaleza jurídica de CCM como Caja de Ahorros" tras la fusión. "No queremos ser ni una Fundación, ni una empresa participada", señaló.
Según afirmó Jiménez, UGT no tiene preferencias sobre una u otra oferta, pero sí tiene que claro que pedirá que se mantenga el empleo que tiene la entidad castellano-manchega tras su posible fusión y que "no se cambie la naturaleza jurídica de Caja de Ahorros", insistió.
Por su parte, el representante en CCM de CSI-F, José María Carrión, se manifestó en esta línea y, aún a la espera de conocer el contenido de las propuestas de Cajastur y BBK, admitió su deseo es que hubiera más de dos candidaturas ante una posible fusión con la entidad castellano-manchega.
En todo caso, admitió sus reticencias a las ofertas de Cajastur y BBK al ser estas menores que CCM y existiendo, por consiguiente, el riesgo de que se intente restar identidad a la entidad castellano-manchega, algo que a su entender no será "del agrado" ni de los sindicatos ni de los representantes políticos en la Caja.