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DIRECTORA DEL INSTITUTO CERVANTES

Carmen Cafarell: "El español es uno de nuestros bienes económicos más preciados"

Carmen Caffarel es una de las mujeres más influyentes de España. Desde su despacho, en la sede del Instituto Cervantes, sigue la evolución del idioma español: una de nuestras mayores fuentes de riqueza y base de nuestra exportación cultural.

Carmen Caffarel es una de las mujeres más influyentes de España. Desde su despacho, en la sede del Instituto Cervantes, sigue la evolución del idioma español: una de nuestras mayores fuentes de riqueza y base de nuestra exportación cultural.

Dicen que es una moda, pero lo cierto es que los ingleses llevan mucho tiempo dando un significado comercial a su idioma. El español, como el inglés, está  siendo actualmente objeto de una renovación conceptual: el idioma como una fuente de riqueza de incalculable valor estratégico y comercial. 

Pregunta (P): Según los expertos, el 16% del PIB se debe al uso del español, ¿cómo puede algo tan intangible tener una traslación práctica tan cuantificable?

Respuesta (R): El valor económico de una lengua puede entenderse como un concepto intangible, ciertamente, pero hoy por hoy los expertos en la materia han analizado ese aspecto tan concreto y tan trascendente para las economías nacionales.

El idioma debe entenderse como un bien económico que produce unos réditos cuantificables. En nuestro caso, el español es uno de nuestros bienes económicos más preciados, un activo que presenta una serie de peculiaridades.

En primer lugar, es la “materia prima” sobre la que se desarrolla una actividad comercial sostenida, con un impulso creciente. Me refiero a todo lo relacionado con la enseñanza del idioma, incluidas todas las actividades comerciales relacionadas con el turismo lingüístico.

En segundo lugar, el español es el “soporte básico”, esencial, de un sector económico sólido y en expansión como el que conforman las llamadas “industrias culturales” o “industrias de la lengua”, dedicadas, fundamentalmente, a la comercialización de los productos generados en lengua española, procedentes tanto del ámbito de nuestro país como del conjunto de la comunidad hispanohablante.

El valor económico del español puede cuantificarse, sin lugar a dudas, y el porcentaje del PIB lo atestigua. Así lo indican también los últimos datos aportados por el Ministerio de Cultura y por Turespaña. Los casi 13.400 millones de euros facturados por la industria audiovisual y los 9.400 millones de la industria editorial en español en 2006 hablan por sí solos.

En 2007, las industrias culturales generaron más de medio millón de empleos en España. Y los ingresos económicos generados por el turismo idiomático en nuestro país superaron los 462 millones de euros. 

P: ¿Qué influencia ha tenido el Instituto Cervantes con sus políticas de difusión del idioma en esta situación desde su creación en los años noventa, cómo se percibe desde dentro la evolución cultural, económica y política del español?

R: El Instituto Cervantes lleva a cabo una intensa labor de promoción y difusión internacional de nuestra lengua y nuestra cultura. Es evidente que en todos los países, en todas las ciudades, donde se ha abierto una sede del Instituto, la demanda por nuestra lengua y el interés por conocer nuestra cultura ha ido creciendo en estas dos décadas.

Tanto es así que en el Cervantes recibimos numerosas peticiones por parte de los más diversos países para que abramos nuevas sedes o aulas. Afortunadamente, la demanda de cursos de español en todos nuestros centros sigue en ascenso año tras año. Sí, la función determinante del Cervantes en la proyección internacional de nuestra lengua, de nuestra cultura, de nuestro país, es un hecho evidente y su protagonismo ha ido creciendo exponencialmente en estos últimos años.

Además, nuestra labor tiene una faceta muy satisfactoria. Quiero decir que el Cervantes siempre es bienvenido y sus actividades siempre cuentan con el reconocimiento de todas las partes, su papel como embajador de nuestra lengua y nuestra cultura en el mundo ha sido reconocido y alabado tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. 

P: ¿Es el español un valor seguro como oportunidad para hacer frente a la crisis?

R: En momentos de crisis económica, de todos es sabido que una de las mejores inversiones que puede hacerse es en formación profesional. Puede resultar sorprendente pero les voy a dar un dato que habla por sí mismo, recogido incluso por The Financial Times.

El centro del Instituto Cervantes en Londres ha experimentado una subida del 15% en las matrículas de cursos de español desde el pasado otoño: los nuevos alumnos son ejecutivos de la City londinense que disponen de más tiempo por razones directamente relacionadas con la crisis económica y optan por invertirlo en aprender nuestra lengua. 

P: ¿Cuánto debe el español al empuje de las empresas que hablan su idioma?

R: Bastante. Esa estimación es la misma que justifica la promoción de una imagen de marca, una imagen de país. El interés por aprender nuestra lengua fuera de nuestras fronteras viene suscitado a veces por la presencia y el éxito de los nuestros productos o nuestras empresas.

Hoy por hoy, algunas de nuestras empresas más punteras en los mercados internacionales (Repsol YPF, Telefónica, Inditex, el Grupo SolMeliá, Endesa, por poner algunos ejemplos) desempeñan un papel notable en la difusión de una imagen de España como país puntero en diversos ámbitos. Nuestras empresas son, junto a las iniciativas institucionales en el exterior, las principales embajadoras de nuestra sociedad, de nuestra cultura, de nuestros productos, de nuestros valores como país.

Para lograr una promoción eficaz de nuestro país en el exterior, de nuestros productos, de nuestra lengua y de nuestra cultura, todos -instituciones públicas y organismos o empresas privadas- debemos aunar esfuerzos y trabajar en una misma dirección.

P: El valor del español también puede medirse en función del ahorro que permite por facilitar la inserción social y laboral de los hispanohablantes.

R: Sí, es cierto. El español es uno de los vínculos que une a toda la comunidad hispana, y que facilita especialmente la inserción social, laboral y empresarial a uno y otro lado del Atlántico.

Es una herramienta profesional fundamental que integra de manera prodigiosa todo el tejido laboral y empresarial de habla hispana, tanto aquí en España -posibilitando una integración de los trabajadores o de los empresarios procedentes de los países hispanoamericanos-, como en Hispanoamérica, donde se da exactamente el mismo proceso. 

P: ¿Cuál ha sido la trascendencia de las políticas que han colocado al español como lengua de estudio obligatorio en países como Brasil o el interés académico que ha levantado en EE. UU.?

R: En el caso de Brasil, la famosa Ley del Español, que regula la obligación de ofrecer la asignatura de español en todas las escuelas de enseñanza media del país, está  transformando paulatinamente el panorama educativo brasileño y constituye un proyecto de futuro que, sin duda, ampliará los horizontes profesionales de las generaciones venideras.

Una de las consecuencias más directas para nosotros es la necesidad de profesores de español como lengua extranjera que se da en el país. El Ministerio de Educación brasileño hizo unos primeros cálculos que estimaban en 20.000 el número de profesores que serían necesarios para implantar la asignatura en todo el país.

Sabemos que las autoridades educativas brasileñas han ido aumentando el número de plazas para profesorado de español en el sistema educativo público, pero el ritmo de crecimiento de este colectivo no ha alcanzado aún las cotas esperadas y necesarias para poder hacer frente a los objetivos establecidos por la ley del español.

En Estados Unidos la importancia estratégica del español comienza a tener reflejo en los ámbitos educativos. El español está presente como asignatura en el currículo del 80% de las escuelas de enseñanza básica y en el 90% de las escuelas de secundaria con oferta de idiomas.

En el sector universitario, se decantan por el español dos tercios de los estudiantes que eligen un idioma extranjero. Ha desbancado al francés, al alemán y al italiano. Hoy se calcula que el número de estudiantes de español en Estados Unidos supera los 6 millones con unas expectativas de crecimiento de la demanda en torno al 60%. 

P: ¿Cómo hacer para aumentar el turismo idiomático de español y lograr que sea tan potente como el desarrollado por el Reino Unido o Irlanda? ¿América Latina puede actuar como competencia española en el desarrollo del turismo idiomático?

R: Según los datos más recientes publicados por Turespaña, el turismo idiomático en España es un sector en pleno desarrollo, con unas expectativas de crecimiento muy notables. Es un sector concentrado geográficamente en Madrid, Castilla y León y el Levante fundamentalmente y, como tal, presenta aún un espectro territorial nuevo muy propicio para una expansión diversificada de la oferta.

La demanda, por su parte, se concentra en 3 grandes zonas: Europa mayoritariamente, América y Asia. La gran mayoría de los europeos prefieren estudiar en España a hacerlo en países de Hispanoamérica, mientras que los norteamericanos optan por México, Costa Rica, Argentina y Chile (nuestros principales competidores, en este orden) por cuestiones relacionadas con el coste y la proximidad geográfica.

España en el mercado asiático no tiene un posicionamiento diferenciado con respecto a los países hispanoamericanos, con lo cual la oportunidad de promoción de nuestra oferta lingüística podría empezar por enfocarse en este mercado potencial.

La mejora de la promoción de este sector debe orientarse hacia el desarrollo de una oferta de cursos de especialización que complemente la oferta ya existente y que posibilite fidelizar a los visitantes, todo ello acompañado de campañas promocionales eficaces que presenten una oferta especializada acorde a la demanda tan concreta que existe.

Está en nuestras manos el impulso definitivo al sector del turismo lingüístico y es una acción que debe coordinares por parte de todos los actores implicados, tanto administraciones públicas como empresas privadas. 

P: ¿Por qué no se han desarrollado sistemas de enseñanza del idioma similares a los desarrollados en el inglés?

R: Imagino que la pregunta cuestiona por qué la industria de la enseñanza del español como lengua extranjera, y por extensión su explotación económica, está mucho menos desarrollada que la del inglés.

La enseñanza del inglés como lengua extranjera es una disciplina que inició sus primeros pasos como actividad profesional en la década de los sesenta, tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos. Por su parte, la enseñanza del español como lengua extranjera inicia su andadura en nuestro país hace tan solo unos 25 años.

Ambas disciplinas han ido desarrollando diferentes enfoques didácticos con el paso de los años, pero es cierto que la enseñanza del inglés es una industria puntera que ha sabido aprovechar muy bien la demanda existente en el mundo entero.

Sin embargo, las diferencias existentes en los sistemas de enseñanza del inglés frente al español no son la clave para una promoción eficaz de una «industria del español», con una actividad comercial centrada en la enseñanza del idioma y el aprovechamiento del turismo idiomático.

Hoy por hoy, la enseñanza de español como lengua extranjera constituye una disciplina académica con un altísimo grado de cualificación, que cuenta con muchos y prestigiosos profesionales y con investigadores que han cosechado un reconocimiento internacional en el ámbito de la enseñanza de lenguas.

Los profesionales de numerosas universidades españolas e hispanoamericanas, así como la labor de los expertos del Instituto Cervantes en didáctica del español como lengua extranjera, aseguran un desarrollo cualificado de esta disciplina y una enseñanza de calidad que integra las últimas corrientes metodológicas y las directrices del Consejo de Europa al respecto. 

P: La confluencia de la promoción de otras lenguas en España (catalán, vasco, gallego…) ¿puede suponer un obstáculo?

R: En absoluto. A mi juicio, no existe contradicción entre la promoción del español y la de las otras lenguas cooficiales de España. Por el contrario, contribuye al enriquecimiento mutuo. No por casualidad, ese es un empeño permanente del Instituto Cervantes en el exterior. Es más (y en ello está empeñado el Cervantes), creo que es básico que la difusión de la lengua española se acompañe de un decidido apoyo institucional a las lenguas que, en España, comparten oficialidad con él.

La difusión internacional del catalán, del gallego y del euskera y de las respectivas culturas en esas lenguas es y será siempre un síntoma rotundo de la vitalidad cultural y lingüística de nuestro país y de una diversidad que lo enriquece. 

P: El Spanglish: ¿lastre o impulso?

R: Ni lastre ni impulso, para la lengua española el spanglish no supone ningún tipo de amenaza, ya que no puede considerarse seriamente ni una lengua, ni un dialecto, ni tan siquiera un código de comunicación concreto entre hablantes de un idioma.

Lo que hoy se conoce como spanglish es únicamente una prueba de más de la incursión de la lengua española en la realidad diaria de muchos anglohablantes y viceversa, una muestra de la convivencia del español con el inglés en contextos de habla.

En los usos cultos de la lengua, tanto el inglés como el español siguen siendo dos lenguas que conviven sin riesgos ni procesos de asimilación que no se hayan contemplado antes. 

P: ¿Cuál es el papel reservado a TVE Internacional y al canal Cervantes TV en las políticas de expansión del idioma?

R: TVE Internacional ha sido y sigue siendo uno de los principales medios de transmisión de nuestra cultura y de nuestra lengua en el exterior, es una de las funciones atribuidas al ente público desde su fundación.

El Instituto Cervantes colabora mano a mano con la corporación RTVE y fruto del último acuerdo es el curso de español por Internet y televisión Hola, ¿qué tal?, un ambicioso proyecto que presentamos en el Instituto a finales del pasado año, y para el que tenemos previsto contar con más de un millón de alumnos.

Por su parte, Cervantes TV es otra de las apuestas más comprometidas del Instituto Cervantes en esta etapa; es un canal de televisión por Internet, dedicado exclusivamente a la difusión de contenidos culturales en español; como tal, puede consultarse desde cualquier lugar del mundo con conexión a la Red y se concibe como una vía de acceso, abierta a todos los usuarios, a contenidos culturales en español y su objetivo es ofrecer una cobertura global para las actividades culturales en lengua española en especial las que genera el Instituto Cervantes en cualquiera de sus centros. 

P: Dicen los expertos que los avances próximos deben trasladarse a Internet. ¿Coincide con esta apreciación?

R: Internet es una de las plataformas de difusión del conocimiento con mayor alcance de todos los tiempos. Desde la revolución cultural que supuso la imprenta para el comienzo de la era moderna, ningún otro medio de comunicación y divulgación del conocimiento había transformado tan rápida y poderosamente nuestra realidad y la sociedad en que vivimos.

El Cervantes es la institución cultural que más ha invertido en la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación para el cumplimiento de sus fines y objetivos y su Centro Virtual Cervantes, portal pionero en 1998 en la difusión de contenidos culturales en Internet, es el mejor ejemplo de ello.

Hoy por hoy, el Instituto está  realizando una apuesta en firme por el desarrollo intensivo y cualitativo de las nuevas tecnologías para multiplicar sus posibilidades de difusión y la eficacia de sus acciones culturales. Su plataforma multimedia y su canal cultural Cervantes TV son dos de los ejemplos más claros de esta apuesta.

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