(Libertad Digital) Según fuentes del sector citadas por el diario ABC, el recibo de la luz incluye un IVA del 16 por ciento y un impuesto específico sobre la electricidad del 5 por ciento. Además, también incluye impuestos para la financiación de las autonomías, la mejora de la seguridad de suministro, la reducción de las emisiones, solidaridad interterritorial y mejora de la eficiencia energética, con una tasa impositiva de alrededor del 20 por ciento.
La suma de todos estos conceptos nos lleva a una tasa impositiva del 41 por ciento, cifrada en unos 10.000 millones, "muy superior a un bien de lujo y muy alejado del de un suministro básico para los ciudadanos", según las mismas fuentes.
Según este diario, la consecuencia de estos costes que se incluyen en la tarifa pero no deberían imputarse exclusivamente al suministro eléctrico y de una actualización por debajo de los costes reconocidos por el propio Gobierno, ha sido un déficit de recaudación para el sistema eléctrico que, sólo en 2008, asciende a cerca de 5.000 millones de euros, siendo el acumulado desde 2002 hasta la fecha cercano a los 14.000 millones.
Las políticas públicas, que deberían haberse financiado con cargo a los Presupuestos del Estado y que se han financiado con cargo a los consumidores de electricidad, han tenido, como objetivos básicos, el fomento de las energías renovables y la cogeneración, cuyas primas forman parte en la actualidad de la tarifa de acceso.