Asimismo, indicó que en un momento en que la crisis económica hace que los ingresos de las regiones sufran, y en un momento en el que aún no se ha podido llegar con el Estado a un acuerdo de financiación autonómica, que prevé el Estatuto, la región "evidentemente" está intentando "minimizar los costes" y "maximizar los retornos a medio y largo plazo".
Por otro lado, el secretario apuntó que están intentando dar unas ayudas directas que respondan a las necesidades del tejido productivo y de la cadena de valor del sector de vehículos en Cataluña, para que "den respuesta a las necesidades que tiene esta cadena de valor y este tejido productivo".
Destacó que así se dará "respuesta" al tipo de demanda específica que se da en la comunidad autónoma, que "no es exactamente igual que en el resto de regiones".
Además, Soy señaló que se pretende que el plan sea "positivo desde el punto de vista ambiental". Así, para recibir la ayuda habrá que comprar un coche, pero al mismo tiempo achatarrar otro vehículo que sea más contaminante que el nuevo que se compra, por tanto "el saldo neto es positivo", aseveró. Con todo, el gobierno regional baraja permitir que el coche nuevo pueda emitir más C02 que el límite puesto por el Gobierno.
Dudas sobre la aplicación informática
El secretario de Industria catalán repasó que en la reunión se ha planteado hasta qué punto las comunidades autónomas van a poder utilizar o no un aplicativo informático que el Ministerio ha preparado para gestionar el plan.
Así, parece ser que las comunidades que se adhieran al 2000E no van a tener ningún problema para utilizar este aplicativo y, en cambio, aquellas que tengan un plan específico, "no queda muy claro que puedan adherirse fácilmente".
Por ello, Soy insistió en la idea de que habrá que esperar para ver "hasta qué punto será posible esta adhesión y será posible utilizar el mismo aplicativo informático".