Sucedía el pasado uno de abril. UGT inauguraba su congreso nacional y contaba con un invitado de honor, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero que dirigió unas palabras a sus compañeros sindicalistas (se confesó sindicalista "de por vida").
Entonces, cuando el paro alcanzaba tasas del 14%, el ritmo de destrucción de empleo ya superaba el millón de puestos de trabajo al año y 1,3 millones de parados no recibían ningún tipo de ayuda, Zapatero pidió apoyo a sus colegas. "Necesito vuestro cariño", les decía. Y los sindicatos han respondido a la llamada.
Así, les pidió que no generasen conflictividad (es decir que no convocasen huelgas ni paros generales) y prometió que no sólo no haría recortes sociales, sino que subiría el salario mínimo interprofesional y las pensiones. Precisamente Zapatero, siendo líder de la oposición en 2002 apoyó y secundó una huelga general y eso que la tasa de paro era del 8,7% (ahora roza el 20% y las previsiones de los analistas hablan de tasas del 25% e incluso del 30% para 2010).
Pero el déficit no perdona y el Ejecutivo ha comenzado a improvisar "como sea" medidas de estímulo y ayuda a los parados que incrementan el descuadre de las cuentas públicas y comprometen muy seriamente los criterios de convergencia de la zona euro. Como publicaba este jueves Forbes, el paro y el déficit en España amenazan su continuidad en el entorno de la moneda única.
Así las cosas, Blanco, que a base de "reflexiones personales", se ha convertido en el altavoz de los planes económicos del Gobierno, y no sólo habla de subidas de impuestos sino que adelanta la intención del Ejecutivo de congelar el sueldo a los funcionarios.
Hace un mes, el 20 de julio, el sindicato CCOO amenazaba al Gobierno con fuertes movilizaciones si el Ejecutivo no subía el salario a los funcionarios. Pues bien, un mes después y con el globo sonda de Blanco sobre la congelación salarial a funcionarios sobre la mesa, CCOO y UGT han dado un paso atrás y han concedido su "cariño" al presidente. Ambas asociaciones sindicales se muestran dispuestas a negociar la medida con el Gobierno.
CCOO, abierta al debate
El sindicato liderado por Fernández Toxo, CCOO, ha admitido estar abierto al debate en esta materia y cree que podría plantearse en una próxima reunión de la mesa de la función pública con el Gobierno. En cambio, no hubo tanto acuerdo cuando fue el PP quien lo impulsó.
Toxo, en declaraciones a la Cadena Ser explicó que aún no se ha propuesto la medida de forma oficial, pero admitió que "pudiera plantearse". El ministro de Fomento, José Blanco, abogó por establecer "niveles de contención" en los salarios de los funcionarios de cara al próximo año, sin que esto signifique, en ningún caso, "una pérdida del poder adquisitivo".
Para el secretario general de Comisiones Obreras, antes de tomar una decisión respecto a esta medida "habría que valorar las distintas situaciones", ya que "tampoco aquí vale lo del café con leche para todos". Toxo destacó que "no todos los funcionarios tienen el mismo salario" y "hay gente que está en la función pública en condiciones precarias", por lo que se mostró partidario de analizar las diferentes situaciones.
En este sentido, el máximo dirigente de CC.OO. explicó que "hay medidas que pueden combinarse, como por ejemplo la tasa de reposición de empleo", porque, a su juicio, no sólo habría que actuar sobre los salarios sino también sobre el volumen de empleo.
"Es curioso que mientras se anuncian reducciones de contratación de personal en las administraciones públicas, las mismas administraciones públicas, para poder cubrir los servicios que tiene que garantizar a la ciudadanía, subcontratan parte de las actividades y las transfieren a la iniciativa privada", reflexionó Toxo.
UGT ve "margen para negociar"
Por su parte, el secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Julio Lacuerda, afirmó hoy que "hay margen para negociar" los incrementos salariales de los empleados públicos para 2010.
En los mismos términos en los que se ha expresado José Blanco, UGT insiste en garantizar el poder adquisitivo de los funcionarios y señaló que rechazará cualquier propuesta que no vaya en esta misma dirección. Con una inflación del -1,4% (es decir, con los precios bajando), una congelación salarial no supondría una disminución del poder adquisitivo de los empleados públicos.
En declaraciones a Europa Press, Lacuerda señaló que el sindicato "no tiene ningún conocimiento" todavía sobre las intenciones del Ejecutivo a este respecto, ya que éste "se ha tomado tiempo" para la elaboración del anteproyecto de los Presupuestos Generales del estado para 2010. "No tenemos ningún dígito", incidió.
Respecto a las palabras del ministro de Fomento, José Blanco, Lacuerda ha dicho que "tampoco ha inventado la gasolina". En su opinión, en estos momentos la negociación de los salarios de los funcionarios viene determinada por la crisis económica. "No somos marcianos", agregó.
En cualquier caso, recalcó que la "pelea" entre Gobierno y sindicatos para fijar el porcentaje de subida salarial de los empleados públicos en el próximo año tiene que ser el resultado de un "análisis tranquilo, mesurado y riguroso" de la situación.
"A partir de ahí, lo que salga no nos ha de parecer ni mucho ni poco", añadió Lacuerda, quien exigió que "se repartan los sacrificios con justicia". En este sentido, señaló que una congelación salarial del 0% sería una medida "injusta" que supondría "un desprecio a los intereses de 2,6 millones" de empleados públicos.
Al tiempo instó al Gobierno a que la negociación aborde también el desarrollo del Estatuto del Empleado Público aprobado hace dos años, que según denunció, sigue "congelado de manera bastante desagradable".