L D (Agencias) La OPA del Santander se dirige a unos 42,81 millones de acciones a un precio de 28 euros por título y, de resultar cubierta en su totalidad, elevaría al 36,14 por ciento su participación económica en Cepsa, aunque en los mercados no se espera la suscripción completa por el bajo volumen de capital de la petrolera, que no está en manos del núcleo de accionistas. Si, llegado el caso, a dicho porcentaje se sumasen los derechos de voto que Unión Fenosa (5 por ciento) y Total (8,3 por ciento) tienen cedidos al Santander a través de la sociedad conjunta Somaen Dos, el banco elevaría su participación política al 49,48 por ciento.
Pero, al margen del resultado de la OPA, el equilibrio accionarial de la petrolera española podría verse alterado si el árbitro holandés decide inmovilizar el 33,23 por ciento de Cepsa en manos de Somaen Dos, como reclamó Total. El laudo del Instituto holandés se conocerá previsiblemente al inicio de semana, tras finalizar la OPA y una semana después de lo esperado inicialmente, al haberse dilatado el proceso por algunos trámites puramente burocráticos.
Su resolución será vinculante para las partes, pero si adopta alguna medida el Instituto de Arbitraje deberá remitir el expediente a algún tribunal español para que la ejecute. Aunque el tribunal no abrirá consultas a las partes porque actuaría por mandato del árbitro, podría ocurrir que la Comisión Nacional del Mercado de Valores se pronunciase si estima que dicha resolución afecta al funcionamiento del mercado o al accionista minoritario de Cepsa.
Total reclamó la mediación del organismo de arbitraje al entender que el Santander rompió unilateralmente los acuerdos societarios que tienen en Cepsa desde 1990 en el momento que lanzó la OPA sobre la petrolera española. Como medida cautelar, solicitó la inmovilización citada del 33,23 por ciento de Cepsa en Somaen Dos.