"La Revolución Bolivariana necesita de una infraestructura que le permita desarrollar las grandes obras que tiene, sin mayores problemas. A pesar de lo que dicen mucho que Venezuela está en crisis, cada día es más complicado conseguir cementos y cabillas por la cantidad de obras que tenemos en este instante. El Gobierno quería asegurarse toda la cadena, y hoy se está haciendo realidad", explicó el ministro de Obras Públicas y Vivienda, Diosdado Cabello, tras firmar este miércoles la adquisición de las acciones de ambas empresas.
El ministro venezolano explicó, en declaraciones a la prensa recogidas por la Agencia Bolivariana de Noticias, que el Gobierno de Caracas hará "efectivo en los próximos cinco días el pago del 40 por ciento" de los 118 millones de dólares que desembolsará por sus acciones, cuya nacionalización fue aprobada por decreto ley, publicado en la Gaceta Oficial el pasado junio de 2008.
Cabello explicó que el objetivo de la nacionalización de ambas firmas es crear, a corto plazo, la Corporación Socialista del Cemento para atender todas las necesidades del sector de la construcción y garantizar el desarrollo sostenido del mismo.
El titular de Obras Públicas admitió que el Gobierno venezolano espera iniciar pronto el diálogo con representantes de la también compañía cementera Cemex para coronar su nacionalización, aunque admitió que, de momento, las partes no han conseguido sentarse a negociar.