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Chávez interviene un banco relacionado con Globovisión

Quien apoye, de cualquier manera, la libertad de expresión en la Venezuela socialista del siglo XXI, tiene que pagar por ello. Chávez recrudece el acoso a Globovisión, interviniendo el Banco Federal, porque su propietario -vinculado con la cadena opositora- no aceptó el chantaje del Gobierno.

De momento, Globovisión aguanta los envites de Chávez, pero en esta guerra de desgaste, la cadena opositora tiene todas las de perder. La última embestida se ha producido este mismo lunes, y ha ido directamente dirigida al corazón económico de la emisora.

El gobierno venezolano ha intervenido a puertas cerradas, el Banco Federal, de medio tamaño, aduciendo "problemas de liquidez". Según la Superintendencia de Bancos, la institución muestra "irregularidades" por lo que su intervención se ha producido con miras a "proteger" los ahorros de los ciudadanos.

En rueda de prensa el responsable de Sudeban, Hernández Bhrens, y David Alastre, presidente del Fondo de Garantía de Depósitos (Fogade) daban carpetazo al asunto, y decretaban el bloqueo de las cuentas de la entidad, con los ahorros que allí tienen 284.000 venezolanos. Ahora, será la junta interventora quien dilucide a través de un informe si permite la reapertura del banco, o si lo liquida definitivamente.

¿Es casual que su presidente, Nelson Mezerhane, sea también co-fundador y accionista de Globovisión?. A estas alturas, sería iluso pensar que sí. Sólo por el nutrido historial de atropellos de Chávez a la cadena opositora, denunciados incluso por EEUU, sería suficiente para albergar sospechas sobre los verdaderos objetivos de esta intervención. A ello se suman también las declaraciones del propio Mezerhane, que lejos de sorprenderse, consideró la medida como una "factura que tenía que llegar, y finalmente llegó".

En el fondo de todo, un burdo chantaje

En una entrevista en el programa de CNN Economía y Finanzas, el directivo desveló las intrigas ocultas que han precipitado la intervención: "Me venían asfixiando para que nosotros (el Banco Federal) doblegáramos a Globovisión y la pusiéramos de rodillas". Y añadió: "No lo acepté, como ustedes ya saben, no lo aceptaría jamás" aseguró.

Según sus palabras, la intención de Chávez es clara: "Presionar a los diferentes accionistas del canal para que modifiquen su línea crítica" con el gobierno bolivariano, mandando funcionarios del gobierno como emisarios: "Hasta en una oportunidad participó un banquero (...) que si yo le vendía a él Globovisión, se solucionaban los problemas, pero le dije que no", agregó. El directivo anunció que la identidad de este responsable del chantaje "saldrá a la palestra pública cuando las cosas se conozcan a profundidad".

Lo cual, no es nuevo. Mezerhane se explayó sobre el largo historial de intentos de extorsión que ha sufrido por su vinculación con Globovisión, presiones que ha recibido desde la vicepresidencia venezolana, en la época de Ramón Carrizales. Ante lo cual, incluso: "Le propusimos en ánimos de mediar y conversar, que haríamos nuestros mejores esfuerzos por sacar también las cosas buenas del gobierno, que son bien difíciles de sacarlas", dijo. Pero el resultado es evidente.

El embiste, según ha explicado Mezerhane, estaba perfectamente trazado: "Desde hace meses nos han tenido un acoso para llevarnos a una situación, y nos fueron asfixiando por todos lados para llegar hoy a decir que desde hace meses teníamos una situación de pre-intervención" aseguró.

La titánica resistencia de Globovisión se produce con su presidente Guillermo Zuloaga, y su hijo, en paradero desconocido, después de que Chávez reactivara durante el fin de semana el proceso judicial contra ellos. Otra cadena de "casualidades" que demuestra cuán caro sale apoyar la libertad de expresión en el país del socialismo del siglo XXI.

Este proceso judicial -por un supuesto "almacenamiento irregular de vehículos"- llevaba varios meses paralizado, y fue convenientemente reactivado por el presidente venezolano, que alertó: "A ese señor (Zuloaga) se le agarró en su casa con un bojote de caros y ése es un delito, acaparamiento. Y anda suelto y tiene un canal de televisión" espetó. "¿Tú te das cuenta" Tiene un canal de televisión y por ahí dicen lo que les da la gana, y sigue siendo ese canal la punta de lanza de la burguesía. Vamos a ver quien aguanta más" concluyó Chávez.

Por el momento, el pulso lo gana el gobierno revolucionario .  Zuloaga, a través de una conexión  telefónica , manifestó su intención de seguir con la lucha, tras ser atacado "vilmente con el único objetivo de callar nuestra pantall a". "He llegado a la conclusión de que con mi entrega no le hago ningún favor a Globovisión, al país ni a mi familia. No puede ser que el chantaje sea un elemento de perturbación que nos distraiga de los temas importantes", dijo.

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