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Chile aspira a ser el nuevo Silicon Valley

Chile busca importar a jóvenes emprendedores en tecnología gracias a programas e inversiones para alentar la innovación local e intentar convertir al país sudamericano en un satélite del famoso polo estadounidense Silicon Valley.

Chile busca importar a jóvenes emprendedores en tecnología gracias a programas e inversiones para alentar la innovación local e intentar convertir al país sudamericano en un satélite del famoso polo estadounidense Silicon Valley.

El país espera atraer antes de octubre a 25 empresas emergentes de tecnología mediante Start-Up Chile, un programa piloto que promete romper con la burocracia, ayudar con 40.000 dólares para gastos y conectar a los innovadores con talentos locales y capitalistas de riesgo. Un modelo que es, con todo, relativamente arriesgado ya que se trata de incentivar el emprendimiento individual mediante ayudas estatales, una suerte de contradicción en los términos.

El presidente Sebastián Piñera, quien forjó su fortuna como un emprendedor de las tarjetas de crédito durante la década de 1980, ha prometido reflotar la alicaída productividad y hacer crecer la economía chilena a un promedio anual de un 6 por ciento durante su Gobierno.

"Estuve allí y sé lo que 40.000 dólares pueden significar para alguien que está totalmente endeudado", dijo Nicolás Shea Carey, un emprendedor chileno que dejó Silicon Valley para dirigir un panel de innovación interministerial sobre innovación.

"El huevo y la gallina"

Sillicon Valley adquirió fama mundial por congregar a algunos de los mayores visionarios de la industria tecnológica. "Principalmente, uno está trabajando en un ático con un amigo mientras come pizza (...) entonces ¿por qué no mejor ir a Chile a un sitio más cómodo (...)?", dijo Shea Carey.

Uno de los primeros genios informáticos que aceptó la propuesta fue Amit Aharoni, un israelí que busca comenzar con un sitio de Internet sobre viajes con su compañero de la Universidad de Stanford, el francés Nicolas Meunier.

"Los emprendedores novatos tienen el problema del huevo y la gallina", dijo Aharoni al explicar la necesidad de capital para poder generar un prototipo para atraer capital.

Aharoni espera poder estar el próximo año de vuelta en California para hacer crecer el negocio, pero si él y Meunier encuentran expertos podrían mantener sus operaciones de desarrollo en la relativamente barata capital chilena.

Más allá de la ayuda con los gastos básicos, Aharoni dijo que el posible acceso a los mejores talentos de la región era el mayor atractivo de Start-Up Chile.

"Alto impacto"

Además de la conveniente zona horaria de Chile, el profesor de Duke Vivek Wadhwa ve el potencial de crear un grupo de innovadores de alto impacto con tan sólo 2 millones de dólares.

"Por primera vez en la historia de Estados Unidos, personas con talentos están dejando el país para hacer de otros lugares su patria. Hasta el momento sólo ha sido un boleto de ida a Estados Unidos (...) ahora están encontrando más oportunidades económicas en otros países", señaló Wadhwa.

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