"En vista de la situación económica reciente y la evolución de los mercados financieros en el país y el extranjero, y la balanza de pagos en China, el Banco Popular de China ha decidido seguir adelante con la reforma del régimen de tipo de cambio del yuan y aumentar la flexibilidad del tipo de cambio del mismo", anunció la institución en un comunicado.
China había mantenido al yuan a casi 6,83 por dólar desde julio del 2008, en un intento de aislar a la economía de crecimiento más acelerado de los estragos de la crisis financiera global.
El banco central chino se defendió de las quejas recibidas por fijar el cambio de su moneda, argumentando que "la estabilidad del tipo de cambio ha desempeñado un papel importante en la mitigación de la crisis, contribuyendo significativamente a la recuperación asiática, y que demuestra los esfuerzos de China en la promoción del reequilibrio mundial".
"El Banco Popular de China también permitirá a los mercados de jugar un papel fundamental en la distribución de recursos, promover una cuenta de la balanza de pagos más equilibrada, mantener la tasa de cambio del renminbi básicamente estable a un nivel de adaptación y de equilibrio, y lograr la estabilidad macroeconómica y financiera en China", concluye el comunicado.
El anuncio del banco central chino fue recibido favorablemente por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, quien insistió en que la medida fuera seguida de una "vigorosa puesta en práctica". También se mostró complacido el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, quien señaló que así se "impulsarán los ingresos y la inversión domésticos", según le citó Reuters.
La Unión Europea también se ha felicitado por el anuncio. "La Comisión Europea da la bienvenida a la decisión del Banco Popular de China de proceder con la reforma de su tipo de cambio y de reanudar la flexibilización de su moneda", según indicó en un comunicado. "Tal decisión será beneficiosa tanto para la economía china como para la mundial", añadió.