L D (EFE) Según el portavoz de Exteriores chino, Qin Gang, "el PIB de un país no es un índice adecuado para medir el desarrollo. Si atendemos a la renta per cápita, China está por debajo del puesto número 100 en el mundo". Gang contestaba así a los numerosos analistas que sostienen que el elevadísimo PIB de la potencia asiática justificaría su exclusión del club de países subdesarrollados.
Tras el sorprendente alza del PIB anunciado la semana pasada, fruto del primer Censo Económico Nacional, China superó nuevamente a Italia (a la que había pasado ya en 2002, pero no en 2003) como sexta economía del mundo. Además, lo más probable es que supere a Francia y Reino Unido en 2005 para colocarse en el cuarto lugar si prosigue su espectacular crecimiento anual, del nueve por ciento. La noticia hizo que comentaristas económicos pusieran en duda la calificación de China como país en desarrollo y pidieran al gobierno comunista que se implicara más en la cooperación internacional para la lucha contra la pobreza.
El portavoz Qin respondió hoy que "debe tenerse en cuenta que China no sólo es la costa desarrollada, también hay que echar un vistazo a la situación en el centro y el oeste del país", que son las zonas menos desarrolladas. "China ha reducido la pobreza, pero aún hay 30 millones de personas que viven en esa situación", recordó la fuente oficial, aunque otras fuentes aumentan esa cifra hasta los 100 millones. Además, Qin Gang reiteró que el desarrollo económico chino "no perjudicará los intereses de otros países", ante los temores de los grandes mercados a que la nación asiática los invada con sus productos.
El portavoz Qin respondió hoy que "debe tenerse en cuenta que China no sólo es la costa desarrollada, también hay que echar un vistazo a la situación en el centro y el oeste del país", que son las zonas menos desarrolladas. "China ha reducido la pobreza, pero aún hay 30 millones de personas que viven en esa situación", recordó la fuente oficial, aunque otras fuentes aumentan esa cifra hasta los 100 millones. Además, Qin Gang reiteró que el desarrollo económico chino "no perjudicará los intereses de otros países", ante los temores de los grandes mercados a que la nación asiática los invada con sus productos.