Colonial acuerda su refinanciación y denuncia al anterior consejo

El acuerdo, deja en suspenso el cumplimiento de determinadas obligaciones contraídas por Colonial en el acuerdo suscrito el pasado 15 de septiembre, y entre ellas los requerimientos relativos a la venta de Riofisa.

En la rueda de prensa posterior a la junta de accionistas de la compañía celebrada el martes, el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, ya adelantó que la inmobiliaria había alcanzado un preacuerdo con sus bancos acreedores para recapitalizarse.

La compañía acordó además presentar una denuncia contra el anterior consejo de administración, liderado por Luis Portillo, por el perjuicio que causó la sociedad. Viñolas explicó que con el proceso de recapitalización se persigue reforzar la estructura financiera de Colonial, garantizar su viabilidad financiera, reducir el endeudamiento y apuntalar el plan estratégico de negocio de la empresa, centrado en la explotación de edificios de oficinas de Barcelona, Madrid y París.

La operación, pese a que no se trata de una refinanciación de deuda, también conlleva cambios en el acuerdo de reestructuración de endeudamiento alcanzado en 2008. "Estamos reanalizando el escenario global", sintetizó Viñolas.

Uno de estos cambios afecta a Riofisa, filial especializada en centros comerciales, cuya venta ya no será obligatoria para Colonial, dado que "la coyuntura de mercado no aconseja desinvertir", explicó. La venta de Riofisa ya no será una "condición indispensable" ni un "elemento central de la estrategia de la compañía". 

El acuerdo persigue así "que la compañía pueda atender a sus obligaciones futuras y tenga una estructura sólida a medio y largo plazo", resumió el consejero delegado. Añadió que Colonial quiere volver a su nicho de mercado original, "que en los últimos tiempos se había desvirtuado un poco".

Demanda contra Portillo

Respecto a la demanda civil contra el anterior consejo de administración, se presentará dentro de "un mes o dos", toda vez que la junta de accionistas de Colonial aprobase llevar a cabo dicha acción social de responsabilidad por tres aspectos: daños por la compra de Riofisa, por operaciones de capital y por el manejo de la autocartera, explicaron el presidente de Colonial, Juan José Bruguera, y Viñolas.

La denuncia podrá concretarse sobre una sola persona, sobre varias o sobre todo el consejo, pero, en todo caso, el principal responsable de la gestión de la empresa entonces era Luis Portillo, su ex presidente y ex primer accionista.

En concreto, Colonial denunciará por los "cuantiosos daños causados a la sociedad por la compra de activos para reinversión del precio por los vendedores en acciones de la misma, vinculadas o no al aumento de capital de 29 de junio de 2006; por la adquisición de acciones de Riofisa, y por la compra de acciones propias realizadas entre los meses de marzo a diciembre de 2007, ambos inclusive".

La acción social de responsabilidad aprobada en la junta de el martes añade que no se ejerce frente a ninguno de los actuales miembros del consejo de administración. Viñolas explicó que los daños en cuestión "no están cuantificados, pero son importantes".

La junta de accionistas de Colonial también aprobó un cambio en el consejo, tras la dimisión del consejero que representaba a Nozar, Pedro Ruíz-Laoburdette. Esta salida ha permitido la entrada de un representante de los bonistas, Rafael del Valle-Iturriaga, sin necesidad de ampliar el consejo.