"Quisiera zanjar definitivamente la polémica suscitada sobre este asunto", indicó para añadir que "el documento no establece ningún aumento del actual periodo de cálculo, aunque sí entiende el Gobierno que este tema debe ser objeto de reflexión y debate".
Durante su comparecencia en la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados, Corbacho aseguró que esta revisión es precisa en la búsqueda de una mayor equidad interna del sistema "que refuerce la relación entre el esfuerzo contributivo realizado y la prestación reconocida".
Asimismo, consideró que de esta manera se permitiría "evitar que el procedimiento de cálculo de la pensión de jubilación penalice a los trabajadores que son despedidos al final de su vida laboral".
Además, en el marco de la explicación del documento del Ejecutivo, en el que defendió la necesidad de adoptar "reformas ambiciosas", pero de "aplicación moderada y no traumática" para garantizar la sostenibilidad del sistema, Corbacho se refirió al incremento de la edad de jubilación hasta los 67 años que ha motivado la convocatoria por parte de los sindicatos de manifestaciones en toda España.
Al respecto, Corbacho dijo que sería "irresponsable" no poner sobre la mesa el debate sobre la edad legal de jubilación, una medida que, dijo, "responde al incremento de la esperanza de vida y al retraso en la incorporación al mercado de trabajo".
"El Gobierno es muy consciente de que se trata de un asunto particularmente sensible para la ciudadanía", afirmó antes de insistir en que, en todo caso, la posibilidad de aumentar el edad de jubilación debe ser analizado "con rigor" por la Comisión para lograr "el mayor consenso posible".
Asimismo, Corbacho insistió en la necesidad de "restringir" el uso abusivo de fórmulas de prejubilación y jubilación anticipada. Así, se mostró a favor de limitar las reducciones de plantilla en las empresas con beneficios e imponer a las empresas la cofinanciación de los sobrecostes producidos por aplicación de coeficientes reductores, además de fomentar la jornada flexible durante los últimos años de la vida laboral.
Viudedad, orfandad e incapacidad
Por otro lado, el titular de Trabajo recordó que las reformas "no afectarían a los actuales pensionistas" y sólo de forma "moderada" a los trabajadores más veteranos, puesto que se establecerían "periodos transitorios de aplicación", y precisó que afectarían también a la pensión de viudedad, orfandad y por incapacidad permanente.
En primer lugar, Corbacho apostó por una "reformulación integral" de la pensión de viudedad para adaptar a nuevas realidades sociales, como la viudedad en edad temprana y la existencia de rentas de trabajo del beneficiario, y para aumentar la protección en el caso de víctimas de violencia de género y el de viudas que carecen de otros ingresos y que acceden a la pensión en edades avanzadas.
Por otro lado, explicó que otra de las reformas pendientes se refiere a la orfandad, capítulo en el que abogó por dar más autonomía a esta pensión respecto a la de viudedad a través de la asignación de una cuantía determinada que no dependa del número de huérfanos ni del valor de la pensión de viudedad.
Asimismo, se refirió a la pensión de incapacidad permanente y dijo que el punto de partida es que "la pensión es sólo parte de la solución a los problemas a los que se enfrenta un trabajador con una incapacidad reconocida".
En otro orden de cosas, Corbacho mostró el interés del Gobierno por reforzar los incentivos para extender la previsión social complementaria a colectivos excluidos del mercado de trabajo y utilizar esta previsión para favorecer la prolongación de la vida laboral.
Retoques en los tipos de cotización
Por el lado de los ingresos, Corbacho afirmó que "en términos generales" se van a mantener los tipos de cotización, pero matizó a renglón seguido que "esto no significa que no quepa plantear modificaciones parciales".
Puso como ejemplo la posible revisión de la cotización por contingencias profesionales, "materia en la que se apuesta por continuar el proceso de simplificación de los tipos y reducir la diferencia entre los topes mínimos y máximos".
Al margen de estas propuestas, el ministro de Trabajo quiso dejar claro que la Seguridad Social "sigue gozando de buena salud a pesar de la dureza de la crisis económica internacional".
Así, resaltó el déficit de 8.500 millones de euros con el que cerró 2009 y avanzó que el Gobierno hará una nueva aportación de 2.000 millones de euros al Fondo de Reserva de la Seguridad Social "en las próximas semanas" que se sumará a los más de 60.000 millones con los que ya cuenta la 'hucha de las pensiones'.
"Estos resultados financieros tan positivos ponen de manifiesto que la viabilidad del sistema de Seguridad Social no está amenazada a corto plazo ni siquiera ante una coyuntura de grave crisis como la actual", apostilló para sentenciar que "esto es algo que todos los ciudadanos y pensionistas deben tener claro para su tranquilidad".