LD (L. Ramírez) El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho no está para bromas. Tras anunciar el pasado octubre que la crisis financiera “en un par de meses debería estar finiquitada”, descartar que España vaya a registrar cuatro millones de parados, maquillar las cifras de la Seguridad Social afiliando niños y sacar de las listas del paro a 400.000 personas desempleadas, el Banco de España salió el miércoles a escena y le reprochó su falta de capacidad para afrontar la sangría laboral.
El gobernador del organismo supervisor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, criticó con dureza la normativa laboral española y cuestionó la capacidad del Gobierno para encarar el problema del desempleo, una competencia que pertenece a Corbacho, aunque el presidente del Gobierno crea que no es una responsabilidad del Ejecutivo, como dejó patente el martes en el Congreso.
El ministro de Trabajo se mostró este jueves herido en su orgullo y reprochó al gobernador del Banco de España "que siempre sea un poco parcial en sus análisis" y le pidió que en sus reflexiones y recetas tenga en cuenta también al sistema financiero. A Corbacho se le olvida que a Fernández Ordóñez lo nombró el PSOE.
"El gobernador del Banco de España siempre hace unos análisis un poco parciales y además siempre nos recomienda recetas a los demás (...) Si el señor Fernández Ordóñez considera que tiene que haber reformas laborales, yo le pediría que la próxima vez coloque en el análisis otras cosas, sobre todo del sector financiero", dijo el ministro de Trabajo en declaraciones a la cadena SER recogidas por Europa Press.
Además, demandó al gobernador del Banco de España que analice el papel que jugó el sector financiero en el modelo económico que ahora se ha desplomado y vea qué cambios deben operarse en el sector financiero para que no se vuelvan a repetir los problemas actuales.
Eso sí, el ministro reconoció que, gracias al control ejercido por el Banco de España y por su gobernador, los bancos y cajas españolas no se han visto "tan contaminados como otros" en el contexto de la actual crisis financiera.
Corbacho afirmó que, "a diferencia de lo que dice el señor Fernández Ordóñez", el problema que tienen hoy las empresas españolas es la caída de la demanda, la falta de expectativas de tener suficiente demanda y sobre todo la ausencia de liquidez.
“El mercado laboral no es tan rígido”
En cuanto a las "recetas" de rebajar el coste del despido, Corbacho señaló que "no es razonable que ésta sea la prioridad" en un país que ha perdido un millón de puestos de trabajo, lo cual, por otra parte, demuestra que "el mercado laboral español no es tan rígido" como sostienen algunos.
"Debemos centrarnos más en qué medidas adoptar no tanto para abaratar el despido como para frenarlo y generar empleo. Eso no quita para que España no deba abordar en un futuro reformas laborales en un sentido más amplio. Pero empecemos por determinar cuál debe ser el patrón de crecimiento de futuro, qué papel debe jugar el sistema financiero y a quiénes se les van a dar más créditos", apuntó
En cualquier caso, Corbacho recordó a Fernández Ordóñez que el origen de esta crisis se halla en el sistema financiero, no en el mercado laboral. En cuanto a cómo va la concesión del crédito, el ministro señaló que, aunque los bancos dicen que sí han abierto más el grifo, hay casos en los que muchas pymes siguen teniendo problemas para acceder a financiación.
"No quiero con esto echarle la culpa a los bancos, pero las reflexiones no sólo hay que dirigirlas hacia el mercado laboral, también hacia el sistema financiero y qué puede hacer éste para ayudar a la economía española", señaló el ministro.