El Ejecutivo parece haber rebajado sus pretensiones iniciales en la reforma del sistema público de pensiones. El pasado febrero, el Gobierno propuso elevar la base cálculo de las pensiones de los 15 años actuales a 25, según hizo constar en el Programa de Estabilidad Presupuestaria 2009-2013 enviado a Bruselas. Dicha propuesta implicaría una rebaja media del 10% en la cuantía de las pensiones a percibir, según las estimaciones internas que maneja el propio Ministerio de Trabajo, tal y como avanzó LD.
La medida fue inmediatamente desmentida por el Ministerio de Economía. Apenas seis meses después, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ratifica que es "inevitable" rebajar las pensiones públicas que cobran los españoles.
Corbacho reafirmó este miércoles que sería "razonable" ampliar progresivamente el periodo de cálculo de la pensión desde los 15 años actuales a 20 años (frente a los 25 iniciales), y defendió que ésta no es una "medida regresiva", sino que, por el contrario, daría "más equidad" al sistema de pensiones.
Corbacho, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, recordó que el periodo de cálculo ha pasado en los últimos años desde los dos años, hasta los ocho años, y posteriormente y de manera progresiva, hasta los 15 años, sin que esta subida haya sido una "catástrofe".
La realidad, sin embargo, es muy distinta, ya que ampliar la base de cálculo implicó, necesariamente, rebajar la cuantía de las pensiones. No obstante, la anterior reforma del modelo, efectuada en 1997, ya supuso un recorte medio del 5% para los pensionistas.
Según los informes que maneja Trabajo, la nueva ampliación a 20 años cotizados que propone Corbacho implicaría una rebaja adicional del 5,5%, Es decir, 48,7 euros menos al mes -casi 50 euros- si se toma como referencia la pensión media en España (886 euros en agosto). De hecho, el PSOE admite que su propuesta supondrá un recorte medio del 3,6% para los futuros pensionistas, según publica este miércoles El País. Una cifra corta, a la vista de los cálculos internos de Trabajo.
Si se analizan los datos de la Seguridad Social se comprueba que ampliar el periodo de cálculo provoca de forma progresiva una reducción de la pensión media, al entrar en liza años en los que el salario medio es menor. De media, por cada año que se amplía el período de cotización la cuantía de la pensión bajaría aproximadamente en un 1%.
Pese a ello, el ministro indicó que la elevación del periodo de cálculo de la pensión "ha hecho más justo al sistema y le ha dado solidez". "No es una medida regresiva ampliar el periodo de cálculo y arroja más equidad porque el actual sistema penaliza a los que perdieron su empleo en la última parte de su vida laboral", insistió.
Corbacho explicó que, de acuerdo con los cálculos de su Ministerio, para garantizar las pensiones a 2030 bastaría con elevar el periodo de cálculo de la pensión a 20 años. "Con eso sería suficiente", añadió. Pero si eso es así, cabría preguntarse por qué el Gobierno propuso inicialmente aumentar la base de 15 a 25 años. Por otro lado, Trabajo sigue manteniendo su intención de aumentar la edad legal de jubilación de 65 a 67 años.
"Para que el sistema no entre en crisis en 2030 hay que hacer reformas y el Gobierno va a defender la necesidad de las reformas", manifestó el ministro, que añadió que el futuro del sistema no pasa por abandonar prematuramente el mercado laboral, sino por la mayor permanencia posible en el mismo.
En todo caso, el ministro indicó que habrá que esperar a las conclusiones del Pacto de Toledo, en septiembre u octubre, para ver por dónde tiene el Gobierno que emprender las reformas, y apuntó que "más allá del resultado final", uno de los temas que "inevitablemente" será objeto de discusión es el periodo de cálculo de la pensión.