LD (M. Llamas) El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, mantiene que la previsión del Gobierno es correcta: La tasa de paro se situará en el 9,8 por ciento en 2008, y en el 10 por ciento en 2009.
El problema, según Corbacho, es que los servicios públicos de empleo no están preparados para dar la respuesta que necesitan los parados por la desaceleración económica. Así lo ha reconocido este miércoles el ministro en respuesta a una interpelación urgente del diputado de CiU Carles Campuzano sobre las medidas que piensa adoptar el Gobierno para recolocar a esas personas.
Corbacho reconoce que los servicios públicos de empleo no están funcionando y que tienen como reto el crear itinerarios personalizados de búsqueda de un trabajo para cada parado. Campuzano también sostuvo que las políticas activas de empleo no están "adecuadas" a la actual situación de crisis económica, cuando, junto a los servicios públicos de empleo, van a ser "fundamentales" para "acompañar" a los trabajadores que pierden su empleo o que lo van a perder. Al respecto, el diputado advierte de que la tasa de paro en 2009 llegará al 11 por ciento.
Corbacho reconoce que los servicios públicos de empleo no están funcionando y que tienen como reto el crear itinerarios personalizados de búsqueda de un trabajo para cada parado. Campuzano también sostuvo que las políticas activas de empleo no están "adecuadas" a la actual situación de crisis económica, cuando, junto a los servicios públicos de empleo, van a ser "fundamentales" para "acompañar" a los trabajadores que pierden su empleo o que lo van a perder. Al respecto, el diputado advierte de que la tasa de paro en 2009 llegará al 11 por ciento.
Ante tal afirmación Corbacho, reitera que el Gobierno mantiene su previsión de situar la tasa de paro en el 10 por ciento en 2009. Una afirmación, como mínimo, sorprendente a la vista de los últimos informes y previsiones económicas de los expertos.
Como mínimo, 2,65 millones de parados en 2008
Después de que el paro registrara el pasado mes de mayo su peor dato desde 1977, en plena crisis del petróleo, Corbacho insiste en que las predicciones revisadas del Gobierno son correctas. Y eso, que poco después de las elecciones generales la realidad desveló las mentiras económicas avanzadas por el Ejecutivo durante la precampaña.
En la actualidad, la tasa de desempleo se aproxima al 10 por ciento. Es más, el último dato oficial del Gobierno la sitúa en el 9,6 por ciento interanual en el primer trimestre de 2008. Es decir, el paro ya se aproxima a la cifra que Economía prevé para finales del presente ejercicio. De hecho, la realidad que se avecina es peor.
En caso de que el desempleo mantenga la evolución registrada en los últimos 12 meses, 2008 terminaría con 2,65 millones de parados en total. Un dato que, trasladado a la Encuesta de Población Activa (EPA), elevaría la tasa de paro en el entorno del 11,5 por ciento en 2008. O, lo que es lo mismo, 1,7 puntos más que las previsiones que insiste en mantener el Gobierno.
A ello se añade, una inflación en máximos desde 1995 y Solbes no descarta nuevas subidas; el Euríbor más alto de los últimos 8 años, y una crisis inmobiliaria que, de momento, no ve ni siquiera el fondo. De hecho, las empresas del sector acumularán pérdidas por valor de 3.000 millones de euros en 2008, cuando, hasta ahora, dicho sector constituía el principal motor económico del país.
Incluso Solbes avanza la estanflación
El propio ministro de Economía, Pedro Solbes, incluso reconoció recientemente la posibilidad de que España sufra una estanflación (elevada inflación y estancamiento económico) en el futuro inmediato. Uno de los escenarios económicos más temidos por los expertos.
Sin embargo, se quedó corto, ya que el término recesión sobrevuela el ambiente económico nacional. De hecho, tal y como avanzó Libertad Digital, tanto la producción como el consumo ya se encuentran técnicamente en esta situación. Es decir, crecimiento negativo durante dos trimestres consecutivos. Es decir, una tasa de paro del 10 por ciento para 2009, tal y como mantiene Economía, se quedará muy lejos del desempleo real que acumulará la economía española.