L D (EFE) Ante el silencio de Zapatero, que sigue de vacaciones en Doñana, es la vicepresidenta primera la que se está viendo obligada a ejercer de portavoz del Gobierno desde China, donde continúa de viaje oficial. En Pekín, María Teresa Fernández de la Vega ha dicho que no ve "muy lógico" que el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores acuda al Congreso para informar de su dimisión. El Ejecutivo sigue intentando silenciar a Manuel Conthe y ahora ha impuesto sus condiciones: podrá comparecer en el Parlamento "siempre y cuando" formalice la dimisión.
El Ejecutivo está sólo en esta cruzada por evitar que Conthe explique su dimisión. Todos los partidos menos el PSOE se han pronunciado a favor de esa comparecencia pero el Gobierno ha preferido desoír al mismo Parlamento que Zapatero se comprometió a hacer protagonista de la vida política. Fernández de la Vega ha mantenido ese veto socialista en la conferencia de prensa que ha ofrecido en Pekín, donde realiza la segunda etapa de su viaje de una semana a China.
La vicepresidenta ha recordado que Conthe informó de su decisión de dimitir al vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, y dijo que es lógico que así sea porque el nombramiento del presidente de la CNMV corresponde al Ejecutivo. Ante el deseo de Conthe de comparecer en el Parlamento, ha insistido en que "no parece que, en principio sea muy lógico" debido a que se trata de un nombramiento gubernamental. Ignorando el pronunciamiento de todos los grupos parlamentarios menos el PSOE, ha dicho estar "absolutamente convencida de que el Parlamento no tendrá ningún inconveniente" en escuchar las razones del todavía presidente de la CNMV "siempre y cuando formalice ante el Gobierno su dimisión".
"Hasta el momento sólo la ha anunciado; pero tengan la seguridad de que el Gobierno, en cuanto la formalice, la aceptará con carácter inmediato", apuntaba.