(Libertad Digital) En casa del herrero cuchillo de palo. El Gobierno no quiere que los salarios crezcan por encima de la inflación en la revisión de los acuerdos de negociación colectiva, pero defiende al mismo tiempo que a los funcionarios se les suba el sueldo.
El empleo público está de moda. Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos disparan la contratación de funcionarios y la única forma de financiar el incremento de los costes salariales es mediante la subida de tasas e impuestos. Pero en el caso del sector privado la cosa es distinta, según puso este viernes de manifiesto el secretario de Estado de Economía, David Vegara.
Vegara pidió a los sindicatos y a la patronal que tengan en cuenta que los niveles de inflación van a ser "muy reducidos" a lo largo 2009 a la hora de negociar el Acuerdo de Negociación Colectiva .
"De la misma manera que se ha tenido en consideración en otras ocasiones, entendemos que en esta ocasión formará parte del conjunto de información que los agentes utilizarán para sus negociaciones bipartitas", indicó el secretario de Estado en rueda de prensa.
Sostuvo que el Gobierno "nunca" ha indicado a los agentes sociales, "y menos en el ámbito de la Negociación Colectiva", cuál debe ser el punto de referencia a la hora de negociar los salarios y que siempre ha respetado el ámbito de la negociación.
"Entendemos que es bueno seguir haciéndolo, no es un cambio, es un mantenimiento de la política del Gobierno de los últimos cinco años", se excusó.
En este sentido, Vegara aseguró que el Gobierno no realiza previsiones de inflación, aunque sí revisa las estimaciones de déficit público y del deflactor del consumo privado en el marco de la actualización del Programa de Estabilidad, algo que puede dar una aproximación, pero que no es exactamente una previsión de precios.
Además, recordó que el objetivo del 2% que marca el Banco Central Europeo (BCE) no es una previsión, ya que la entidad presidida por Jean Claude Trichet considera que la estabilidad de precios se cumple siempre y cuando la inflación se sitúe por debajo, pero cerca de esa cifra.
Por ello, afirmó que lo que dice el Gobierno de España es que "lo bueno" para la economía española sería, en términos generales, tener siempre una inflación "por debajo, pero cerca" del 2% para que el país se aproxime a la estabilidad de precios y los niveles que se registran en otros países para no perder competitividad ni capacidad de crecimiento.
Además, aseguró que lo que sí ha hecho y hace el Ejecutivo es recordar a los agentes sociales que los niveles van a ser muy reducidos, debido, sobre todo, al impacto de la evolución de precios de la energía y al ajuste de los precios de los alimentos. "Lógicamente sería bueno que todos tuviéramos en cuenta estas consideraciones", señaló.
A pesar de todo, insistió una vez más en que la negociación colectiva es fruto de un acuerdo bipartito entre la patronal y los sindicatos, en el que no interviene el Ejecutivo. "Ni cuando la inflación podía haber estado por encima del 2% ni por debajo del 2% el Gobierno ha indicado cuáles deberían ser las negociaciones salariales, por lo tanto, tampoco lo hacemos en estos momentos", subrayó.