L D (EFE) Así lo señala el Banco de España en la Memoria de Supervisión 2003, donde precisa que estas recomendaciones no son sólo medidas de prudencia bancaria, sino que buscan que las entidades realicen su función de asesoramiento a clientes "sobre el esfuerzo financiero máximo que es razonable asumir en la decisión de compra y sobre el producto que mejor se adapta a su perfil".
Para el Banco de España, "la existencia de garantía hipotecaria no sustituye ni al análisis de la contraparte ni a una eventual falta de información" y sólo sirve como "defensa ante la eventualidad de dificultades del cliente para atender el reembolso de las obligaciones". Añade que "como ha venido reclamando tradicionalmente el Banco de España, una política de concesión de créditos sólida es aquella que relaciona la aprobación del préstamo con la capacidad del acreditado para reembolsarlo".
Asimismo, se muestra crítico con el hecho de que algunas entidades hayan elevado los porcentajes de financiación sobre el valor de tasación de la vivienda y recuerda que "la aplicación de políticas permisivas en esta materia podría incrementar significativamente el importe de las pérdidas esperadas en una cartera de préstamos hipotecarios". En cuanto a la financiación de promociones, el Banco de España indica que "es relevante valorar la solvencia del promotor y, puesto que esta operación consiste, en esencia, en un proyecto empresarial, habrán de aplicarse técnicas analíticas apropiadas de valoración de proyectos, incluyendo la consideración especial de la trayectoria y experiencia del empresario".
El Banco de España señala también que dentro del modelo de banca comercial que siguen la mayor parte de las entidades de crédito españolas, la concesión de hipotecas para la adquisición de viviendas o para el desarrollo de promociones residenciales constituye una de las áreas de negocio más extendidas. De ahí, añade el supervisor bancario, la importancia de que "la política de riesgos hipotecarios guarde congruencia con el modelo de banca de la entidad".
El mantenimiento de tasas muy elevadas de crecimiento del crédito hipotecario puede llegar a alterar las condiciones del equilibrio financiero estructural de la entidad, "haciendo necesario el recurso creciente a emisiones de valores en los mercados". Esta situación, añade, puede exponer a las entidades "a los riesgos derivados de las condiciones cambiantes (liquidez y precios) de dichos mercados en un horizonte temporal tan dilatado". Por ello, los órganos de administración de cada entidad "deben reflexionar sobre los mecanismos necesarios para conocer la evolución de estos riesgos, controlarlos y limitarlos, incluyendo la fijación de límites operativos al nivel total de endeudamiento en los mercados y de límites de concentración de vencimientos de la deuda en cada ejercicio".
La Memoria de Supervisión Bancaria 2003 también hace una referencia a la especial importancia social de la financiación de la vivienda, "por el esfuerzo económico familiar que supone" y por el periodo de tiempo al que se extiende, entre otras cuestiones.
Para el Banco de España, "la existencia de garantía hipotecaria no sustituye ni al análisis de la contraparte ni a una eventual falta de información" y sólo sirve como "defensa ante la eventualidad de dificultades del cliente para atender el reembolso de las obligaciones". Añade que "como ha venido reclamando tradicionalmente el Banco de España, una política de concesión de créditos sólida es aquella que relaciona la aprobación del préstamo con la capacidad del acreditado para reembolsarlo".
Asimismo, se muestra crítico con el hecho de que algunas entidades hayan elevado los porcentajes de financiación sobre el valor de tasación de la vivienda y recuerda que "la aplicación de políticas permisivas en esta materia podría incrementar significativamente el importe de las pérdidas esperadas en una cartera de préstamos hipotecarios". En cuanto a la financiación de promociones, el Banco de España indica que "es relevante valorar la solvencia del promotor y, puesto que esta operación consiste, en esencia, en un proyecto empresarial, habrán de aplicarse técnicas analíticas apropiadas de valoración de proyectos, incluyendo la consideración especial de la trayectoria y experiencia del empresario".
El Banco de España señala también que dentro del modelo de banca comercial que siguen la mayor parte de las entidades de crédito españolas, la concesión de hipotecas para la adquisición de viviendas o para el desarrollo de promociones residenciales constituye una de las áreas de negocio más extendidas. De ahí, añade el supervisor bancario, la importancia de que "la política de riesgos hipotecarios guarde congruencia con el modelo de banca de la entidad".
El mantenimiento de tasas muy elevadas de crecimiento del crédito hipotecario puede llegar a alterar las condiciones del equilibrio financiero estructural de la entidad, "haciendo necesario el recurso creciente a emisiones de valores en los mercados". Esta situación, añade, puede exponer a las entidades "a los riesgos derivados de las condiciones cambiantes (liquidez y precios) de dichos mercados en un horizonte temporal tan dilatado". Por ello, los órganos de administración de cada entidad "deben reflexionar sobre los mecanismos necesarios para conocer la evolución de estos riesgos, controlarlos y limitarlos, incluyendo la fijación de límites operativos al nivel total de endeudamiento en los mercados y de límites de concentración de vencimientos de la deuda en cada ejercicio".
La Memoria de Supervisión Bancaria 2003 también hace una referencia a la especial importancia social de la financiación de la vivienda, "por el esfuerzo económico familiar que supone" y por el periodo de tiempo al que se extiende, entre otras cuestiones.