El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acudió este miércoles al Congreso para informar sobre el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo, y aprovechó la ocasión para repasar una vez más las medidas económicas puestas en marcha por el Gobierno para relanzar la recuperación.
¿La conclusión? Nuevamente optimista: el PIB "crecerá más" en el primer trimestre de este año que en el cuarto trimestre de 2010 (0,2% intertrimestral); el repunte de las exportaciones "es una buena señal de que estamos renovando la economía"; y en cuanto a la crisis de deuda, España está "más cerca" de Italia y Alemania que de Grecia, Irlanda y Portugal. "Ahora hay más estabilidad, más confianza y más solvencia en España", concluyó.
Unas declaraciones que, sin embargo, chocan con el último Boletín Económico del Banco de España. El informe desmonta las previsiones económicas del Ejecutivo para 2011 e, incluso, 2012, con lo que de forma indirecta echa por tierra los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el presente ejercicio.
El cuadro macroeconómico contenido en los PGE de 2011, elaborado por el Ministerio de Economía, prevé un crecimiento del PIB del 1,3%, una inflación del 1%, una tasa media de paro del 19,3% y un déficit público del 6% del PIB para el conjunto de las Administraciones Públicas. Los siguientes cuadros (pinchar en la imagen) resumen las previsiones oficiales del Gobierno:
Pero estas cifras no cuelan, según el Servicio de Estudios del Banco de España. Para empezar, "la economía española se encuentra todavía inmersa en una situación difícil, que requiere, por un lado, el seguimiento de políticas ambiciosas y exigentes para corregir los desequilibrios fiscales y, por otro, avanzar en las reformas estructurales que favorezcan el crecimiento y en la reestructuración y recapitalización del sistema financiero". Es decir, todavía queda mucho por hacer o, lo que es lo mismo, las medidas aprobadas hasta ahora por el Ejecutivo resultan insuficientes.
Crecimiento del 0,8%
En materia de crecimiento, el Banco de España (BdE) estima que el PIB apenas crecerá un 0,8% en 2011, cinco décimas menos que lo estimado por Salgado. Mientras, la tasa media en 2012 sería del 1,5% frente al 2,5% oficial. Y ello, debido a la "lenta recuperación de la demanda nacional". En concreto, la demanda interna "seguirá estando afectada por la corrección de los desequilibrios acumulados en la larga fase de expansión que precedió a la crisis".
Además, "se prevé que las condiciones financieras se endurezcan", con tipos de interés más altos lo cual, unido a la "lenta mejoría del mercado de trabajo" y la "merma de poder adquisitivo debido al repunte transitorio de la inflación, sobre todo por el encarecimiento del petróleo", apuntan a una "recuperación modesta" del consumo.
Pinchar en la imagen para ampliar
Paro del 20,7%
Este débil crecimiento se materializará en el mercado laboral. Así, "la relativa lentitud de la recuperación del empleo, unida al pequeño avance de la población activa, daría lugar a un ligero aumento de la tasa de paro de 2011, hasta el 20,7%," frente al 19,3% que prevé el Ejecutivo, según el informe.
De hecho, aunque "solo en 2012 la creación de empleo estimada sería capaz de contrarrestar el aumento de la población activa y de comenzar a reducir modestamente la tasa de paro", ésta aún se mantendría "en niveles muy elevados, del 20,4%, en ausencia de medidas adicionales en el mercado de trabajo", advierte el organismo.
En este sentido, recomienda al Gobierno emprender "actuaciones más enérgicas en relación con las reformas pendientes", tales como ligar los salarios a la productividad y reformar la negociación colectiva para "permitir que las condiciones laborales en un sentido amplio pudieran adaptarse a las necesidades específicas de las empresas". Estas medidas "permitirían una reducción más rápida del desempleo y crearían condiciones más favorables para el crecimiento económico", añade el BdE.
Caída del precio de la vivienda
El informe estima que el ajuste de la inversión residencial concluirá hacia el final de 2011, un mensaje que choca con los repetidos anuncios ministeriales acerca de que el "precio de la vivienda ya ha tocado fondo".
Según el BdE, "las proyecciones actuales indican que el número de viviendas iniciadas durante el bienio 2011-2012 será inferior al necesario para satisfacer la nueva demanda, de forma que se absorberá parte del elevado stock acumulado de viviendas sin vender".
Inflación del 2,9%
Los PGE contemplan una inflación media del 1% en 2011, pero la tasa interanual de crecimiento de los precios de consumo ha rebasado ya claramente el 3%. El informe, por su parte, estima una inflación media del 2,9%, aunque se espera que esta variable muestre un "perfil descendente a lo largo del año, desde tasas en el entorno del 3,5% al comienzo del ejercicio hasta aproximadamente el 2% en el último trimestre".
El actual repunte de precios se debe, en su mayor parte, "a la conjunción de una serie de factores, tales como el aumento de los tipos del IVA en julio de 2010 y de la imposición sobre el tabaco en diciembre, el alza de precios del petróleo desde el otoño del pasado año y la elevación de la tarifa eléctrica en enero de 2011". Según el documento, dichos factores tienen una "naturaleza transitoria, por lo que su impacto sobre las tasas de inflación observadas debería desaparecer al cabo de un año". Aún así la tasa del 3% prevista para 2011 triplica la estimación oficial de Salgado. Para 2012 prevé una tasa media anual del 1,5%.
Déficit público del 6,2% del PIB
Por último, el BdE prevé un déficit público del 6,2% del PIB en 2011, dos décimas superior a la estimación oficial, "como resultado de una previsión de crecimiento económico inferior en cinco décimas a la del Gobierno". Por su parte, para 2012 proyecta un déficit público del 5,2%, superior al 4,4% marcado como objetivo oficial.
En este caso, las diferencias surgen, además de por el "efecto arrastre de la desviación prevista en 2011, por el diferente escenario macroeconómico y, en menor medida, por la asunción de una distinta dinámica en algunas partidas de gasto, ante la ausencia todavía de información detallada sobre los planes de recorte del gasto".
En resumen, el BdE, tras revisar los principales indicadores económicos, tumba las previones en las que Salgado basó y construyó los PGE del presente ejercicio, convirtiéndolos así en papel mojado.
Pinchar en la imagen para ampliar
Riesgos, a mayores
De hecho, el Servicio de Estudios advierte de que sus estimaciones podrían incluso quedarse cortas, ya que "los riesgos sobre la actividad son numerosos":
Precios: "Posibilidad de un proceso aún más acusado de encarecimiento de la energía, que afectaría proporcionalmente en mayor medida a países que, como España, son muy dependientes de las importaciones de petróleo, y que podría poner en peligro la recuperación de la economía mundial y de nuestros mercados de exportación, que son un componente básico en el fortalecimiento de la actividad que se proyecta".
Salarios: "En estas proyecciones se estima una respuesta moderada de los salarios y de los márgenes al aumento transitorio de la inflación, de modo que, si aquella fuera más intensa, podría interrumpirse la recuperación de la competitividad-precio, con consecuencias negativas para la recuperación económica".
Crisis de deuda: "La inestabilidad en los mercados de deuda soberana en algunos países podría agudizarse y, dada la intensidad ya observada de los efectos de contagio, esto podría afectar a las primas de riesgo de la deuda española y a la disponibilidad de financiación exterior, lo que endurecería, a su vez, las condiciones de acceso al crédito interno para familias y empresas".