LD (EFE) El comentario del economista alemán contrasta con la postura expresada en meses pasados por el presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet, quien había excluido un nuevo recorte de las tasas en el futuro, por ser su nivel actual históricamente bajo.
La renqueante economía en algunos países del área euro, ante todo de Italia y Portugal, que se hallan en una recesión técnica, puede haber obligado a recapacitar a los artífices de la política monetaria europea, indican los observadores de esta entidad.
En una intervención el viernes pasado en la séptima conferencia de observadores del BCE, Issing dijo que la amplia liquidez en la eurozona indica que desde la óptica monetaria, "existe un factor a medio plazo contra un nuevo recorte de los tipos de interés en estos momentos". Sus declaraciones al diario "Handelsblatt" contradicen esta conclusión que él mismo leyó ante un foro de especialistas en Fráncfort hace tres días.
Con un crecimiento económico que en el mejor de la casos apenas superará el 2 por ciento en 2006 y las principales economías europeas sumidas en un aletargamiento, el BCE ha recibido presiones (del FMI entre otros) para que rebajara de nuevo el precio del dinero, que desde junio de 2003 está en el mínimo histórico del 2 por ciento. Al mismo tiempo, el instituto europeo ha advertido de los riesgos inflacionistas de un exceso de liquidez y del aumento de los créditos concedidos al sector privado que favorecen la creación de burbujas en sectores tan relevantes como el inmobiliario.
La renqueante economía en algunos países del área euro, ante todo de Italia y Portugal, que se hallan en una recesión técnica, puede haber obligado a recapacitar a los artífices de la política monetaria europea, indican los observadores de esta entidad.
En una intervención el viernes pasado en la séptima conferencia de observadores del BCE, Issing dijo que la amplia liquidez en la eurozona indica que desde la óptica monetaria, "existe un factor a medio plazo contra un nuevo recorte de los tipos de interés en estos momentos". Sus declaraciones al diario "Handelsblatt" contradicen esta conclusión que él mismo leyó ante un foro de especialistas en Fráncfort hace tres días.
Con un crecimiento económico que en el mejor de la casos apenas superará el 2 por ciento en 2006 y las principales economías europeas sumidas en un aletargamiento, el BCE ha recibido presiones (del FMI entre otros) para que rebajara de nuevo el precio del dinero, que desde junio de 2003 está en el mínimo histórico del 2 por ciento. Al mismo tiempo, el instituto europeo ha advertido de los riesgos inflacionistas de un exceso de liquidez y del aumento de los créditos concedidos al sector privado que favorecen la creación de burbujas en sectores tan relevantes como el inmobiliario.