(Libertad Digital) La crisis que vive el sector aéreo en todo el mundo, debido al encarecimiento de los combustibles y a la reducción de la demanda, ha afectado, y mucho, a los resultados de la compañía.
"Nos enfrentamos al peor clima de negocios al que ha tenido que hacer frente la industria. La combinación de unos precios sin precedentes del petróleo, la ralentización económica y la menor confianza de los consumidores han llevado a una fuerte reducción de los beneficios", dijo el consejero delegado, Willie Walsh.
Iberia y British Airways anunciaron el pasado martes la puesta en marcha de unas negociaciones, que cuentan con el apoyo de ambas aerolíneas, con el objetivo de fusionarse mediante intercambio de acciones. Las compañías, cuyo objetivo es mantener ambas marcas dentro de un grupo, prevén emplear diversos meses en dicho proceso.
La entidad fusionada cotizará tanto en la Bolsa de Londres como en la de Madrid y su sede se ubicará en aquel país más atractivo fiscalmente, descartando Reino Unido y España "para evitar suspicacias" sobre qué compañía liderará el nuevo grupo.
El beneficio operativo fue de 35 millones de libras (44,5 millones de euros), frente a los 266 millones (unos 339 millones de euros) del 2007, lo que representa una caída del 86,8 por ciento.
Cae el beneficio y la facturación
La aerolínea británica tuvo un beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones (Ebitda) de 253 millones de libras (322 millones de euros), frente a los 505 millones (643 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.
British Airways tuvo una facturación en su primer trimestre fiscal de 2.259 millones de libras (2.878 millones de euros), un 2,8 por ciento más que en el ejercicio anterior, cuando obtuvo 2.197 millones (2.799 millones de euros).
La empresa registró una deuda de 1.104 millones de libras (1.407 millones de euros), frente a los 1.246 millones (1.588 millones de euros) del 2007.