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La reforma laboral deja sin resolver el despido y la negociación colectiva

La reforma aprobada este jueves no resuelve los dos aspectos clave de la legislación laboral española. El despido objetivo y la negociación colectiva, citados de forma reiterada como las principales causas de la rigidez del mercado de trabajo, salen casi indemnes. A Corbacho le han dejado solo.

El Congreso ha aprobado este jueves de forma definitiva la reforma laboral. A pesar de la retórica de los partidos de izquierda, los dos aspectos clave que casi todos los analistas han pedido que se retoquen para dar más flexibilidad al mercado y apoyar la competitividad de las empresas españolas han salido casi como entraron. Ni las causas del despido objetivo ni la negociación colectiva han sido modificadas en profundidad.

Respecto a la primera de estas cuestiones, el despido objetivo, el texto final elimina el punto y coma introducido por CiU en el Senado, que ampliaba y aclaraba los supuestos por los que una empresa puede despedir a un trabajador con 20 días de indemnización. De esta manera, las empresas seguirán dependiendo de los jueces para conocer si pueden o no prescindir de un trabajador pagándole una indemnización menor. Es decir, que las barreras a la contratación indefinida seguirán estando presentes.

Aparentemente, se facilita algo el despido objetivo por razones económicas, pero en la práctica tendrá que ser el juzgado el que decida caso por caso, con todas las incertidumbres que eso genera en la relación laboral.

Negociación colectiva

La negociación colectiva también sale fortalecida de la reforma. Para muchos es un sistema arcaico que limita a las empresas y les hace asumir unos costes no acordes con su situación. Además, perjudica la productividad, porque iguala salarios, con lo que los trabajadores menos eficaces acaban recibiendo lo mismo que sus compañeros que producen más. Y obliga a las empresas a pagar en función de lo acordado en un convenio colectivo que puede estar muy lejos de su realidad.

En teoría, también en este caso, se facilita algo el descuelgue, pero en la práctica, de nuevo, serán los tribunales los que tendrán la última palabra. Teniendo en cuenta cómo se han comportando las salas de lo social en las últimas décadas en España, la perspectiva no es muy alentadora.

Lo más relevante

Al final, lo más sustantivo de la reforma es que generaliza el contrato de fomento del empleo, que conlleva una indemnización de 33 días por año trabajado, al incluir a los trabajadores fijos de entre 31 a 45 años que hayan sido despedidos. De esta manera, al hacerse cargo el Fogasa de ocho de esos días, la indemnización que tendrá que pagar el empresario será de 25 días, frente a los 45 actuales. Aunque claro, eso no se aplicará a los contratos vigentes.

Además, establece mayor control a los desempleados, que podrán ser sancionados si rechazan cursos de formación en un plazo no superior a 30 días, al tiempo que facilita el despido por faltas al trabajo y rebaja al 2,5% el índice de absentismo total que puede tener una empresa y que marca el despido objetivo individual.

La votación

El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó este jueves de forma definitiva la reforma laboral tras incorporar la mayoría de las enmiendas incorporadas por el Senado, casi todas del PSOE, que se vio obligado a jugar en cada votación con los apoyos de distintos grupos de la oposición para sacar adelante sus propuestas y eliminar aquéllas que la Cámara Alta incorporó con su voto en contra, en un debate marcado por la sombra de la huelga general del próximo 29 de septiembre.  

Hay que resaltar que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, fue el único representante del Gobierno presente en el debate. A excepción del PSOE, el reproche al Gobierno fue unánime por parte de todas las fuerzas políticas y, además, hubo llamamientos a la huelga por parte de ERC, IU e ICV.  

Supresión del punto y coma

Finalmente, la norma respeta el texto pactado por PSOE y PNV que concreta las causas económicas para el despido objetivo, de 20 días de indemnización, que podrá justificarse por pérdidas "actuales o previstas" o la "disminución persistente del nivel de ingresos". Eso sí, en ambos casos la empresa tendrá que acreditar que estas dificultades económicas "pueden afectar a su viabilidad". Y los expertos piensan que esta demostración será muy complicada para muchas empresas, lo que dejará la reforma en papel mojado.

Así ha quedado el texto tras suprimir el punto y coma introducido por CiU en el Senado que, según el PSOE, "desvirtuaba" y "ampliaba" los supuestos.

Además, se justifica el despido por motivos de absentismo laboral, fijadas en un límite del 20% de las jornadas hábiles durante dos meses consecutivos, o el 25% a lo largo de cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de un año, siempre que la media de la plantilla no supere el 2,5%, después de que el PSOE lograra eliminar una enmienda del PNV que suprimía este umbral mínimo.

Conversión de temporales en indefinidos

El PSOE también ha logrado eliminar otra de las enmiendas introducida por el PNV que obligaba a las empresas a hacer fijos sólo a aquellos trabajadores que hayan encadenado contratos durante tres años desempeñando el mismo puesto de trabajo y con idéntica actividad, mientras que a partir de ahora sólo tendrán que estar en la misma empresa durante ese mismo periodo.

No obstante, sí aceptó la propuesta del BNG para que la prestación por desempleo parcial se calcule por horas y no por días y que sea equivalente al de la reducción de la jornada autorizada.

Los socialistas sí lograron que prosperaran sus propuestas, entre las que destaca la reducción de 100 a 30 días del periodo de gracia del que disponen los parados para rechazar cursos de formación sin ser penalizados, así como modificaciones en el marco de la intermediación laboral de las empresas de trabajo temporal (ETT's) y las nuevas agencias de colocación.

El PP desea "suerte"

El popular José Ignacio Echániz ha asegurado que, pese a los "intrascendentes" cambios introducidos por el Senado, el Gobierno sigue "en la más absoluta soledad" sin el apoyo ni de agentes sociales ni grupos políticos. "Es la primera reforma laboral de la historia que un Gobierno impulsa en solitario sin el apoyo de nadie", lamentó, informa Europa Press.

A su juicio, la falta de reacción del Gobierno ha contribuido a "hacer el paro crónico" ante la negativa del Gobierno a cambiar el status quo del mercado laboral, dejando al lado la negociación con el PP con un "autismo voluntario". "Pese a todo, deseamos que hayan acertado y sea capaz de impulsar el empleo como hizo el PP", incidió.

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