LD (EFE) Eiffage se personará como acusación particular contra Sacyr, al igual que el fondo Eiffaime, que reúne la participación del 5 por ciento de los directivos, explicó en un comunicado el grupo francés de construcción y concesiones. La demanda -explicó- es consecuencia de las "irregularidades que resultan de la acción concertada evidenciada en la junta general" del miércoles pasado, cuando la mesa privó -precisamente por esa supuesta concertación- de sus derechos de voto a 89 accionistas españoles que tienen el 17,5 por ciento del capital de Eiffage.
Los consejeros de la compañía francesa -en la que Sacyr tiene un 33,2 por ciento- consideraron que, aun sin querer reconocerlo, la constructora española controla más de un tercio del capital, lo que la obligaría a lanzar una oferta sobre el 100 por ciento del capital a un precio al menos igual al que ha comprado algunos de esos títulos, lo que según sus informaciones significaría 129,3 euros.
La opa que presentó Sacyr el pasado día 19 sobre el 66,7 por ciento de Eiffage formalmente propone sólo la opción de un canje de doce acciones propias por cinco de la compañía francesa, lo que a la cotización de la semana pasada equivalía a unos 107 euros. Además, los consejeros de la empresa francesa coincidieron en que Sacyr debería igualmente presentar una oferta distinta sobre su principal filial, la concesionaria de las Autopistas París Rin Ródano (APRR), por el carácter de "activo esencial".
El consejo de Eiffage justificó su rechazo "por unanimidad" de la oferta de Sacyr esencialmente porque "no cumple las disposiciones legislativas y reglamentarias que le son aplicables". Pero también aportó razones operativas y de negocio para esa decisión, ya que a su juicio no se ha podido demostrar ningún interés en la fusión de ambos grupos, pese a las catorce reuniones bilaterales en los últimos meses.
Esos encuentros -aseguró- "no han permitido identificar un eje estratégico común, ni sinergias, ni siquiera una pista para eventuales proyectos de cooperación entre las dos empresas, lo que deja sin interés económico o industrial para Eiffage el proyecto de fusión considerado por Sacyr". Los consejeros del "número tres" del sector de la construcción en Francia criticaron la entrada de Sacyr en su capital, desde finales de 2005, "sin consulta previa" y por haberse confabulado con los otros 89 accionistas españoles que han adquirido sus acciones en las últimas semanas.
Los consejeros de la compañía francesa -en la que Sacyr tiene un 33,2 por ciento- consideraron que, aun sin querer reconocerlo, la constructora española controla más de un tercio del capital, lo que la obligaría a lanzar una oferta sobre el 100 por ciento del capital a un precio al menos igual al que ha comprado algunos de esos títulos, lo que según sus informaciones significaría 129,3 euros.
La opa que presentó Sacyr el pasado día 19 sobre el 66,7 por ciento de Eiffage formalmente propone sólo la opción de un canje de doce acciones propias por cinco de la compañía francesa, lo que a la cotización de la semana pasada equivalía a unos 107 euros. Además, los consejeros de la empresa francesa coincidieron en que Sacyr debería igualmente presentar una oferta distinta sobre su principal filial, la concesionaria de las Autopistas París Rin Ródano (APRR), por el carácter de "activo esencial".
El consejo de Eiffage justificó su rechazo "por unanimidad" de la oferta de Sacyr esencialmente porque "no cumple las disposiciones legislativas y reglamentarias que le son aplicables". Pero también aportó razones operativas y de negocio para esa decisión, ya que a su juicio no se ha podido demostrar ningún interés en la fusión de ambos grupos, pese a las catorce reuniones bilaterales en los últimos meses.
Esos encuentros -aseguró- "no han permitido identificar un eje estratégico común, ni sinergias, ni siquiera una pista para eventuales proyectos de cooperación entre las dos empresas, lo que deja sin interés económico o industrial para Eiffage el proyecto de fusión considerado por Sacyr". Los consejeros del "número tres" del sector de la construcción en Francia criticaron la entrada de Sacyr en su capital, desde finales de 2005, "sin consulta previa" y por haberse confabulado con los otros 89 accionistas españoles que han adquirido sus acciones en las últimas semanas.