LD (Agencias) Una de las recientes quejas del Ejecutivo socialista a raíz de la crisis económica fue la sequía de crédito que sufre nuestro sistema. Por este motivo, aprobó un plan de estímulo financiero dotado con hasta 50.000 millones para rescatar a las entidades financieras mediante la compra de activos tóxicos.
La excusa de este rescate, lejos de admitir que se trataba de un inminente riesgo de colapso, como reconoció Zapatero más tarde, fueron las familias y las PYMES. Según el Ejecutivo, la liquidez inyectada en el sistema financiero español permitiría reflotar la concesión de crédito a familias y pequeñas empresas. Pero no fue así.
El frenazo de la actividad y la sangría laboral de nuestro sistema dificultan la concesión de crédito. Las entidades financieras insisten en que no se reactivará hasta que la actividad económica no reflote. Algunos analistas apuntan a que obligar a las entidades a conceder créditos sería algo parecido a facilitar nuevos créditos subprime. El fuerte incremento de la tasa de morosidad de las entidades no ayuda precisamente al aumento de los préstamos.
En cambio, no deja de resultar curioso que sí haya crecido el crédito concedido por bancos, cajas y cooperativas de crédito a las administraciones públicas. Casi alcanza en enero el máximo previsto por el Ejecutivo en su plan de rescate del sistema financiero.
Este importe es el saldo vivo existente hasta este mes, que incluye las nuevas operaciones y los créditos ya formalizados con anterioridad. Las entidades más activas en la concesión de créditos a estas instituciones fueron los bancos, con 28.614 millones, un 20% más respecto a los 23.821 millones de euros de hace un año, pero un 0,47% menos que los 28.751 millones de euros de diciembre.
Esta caída pone de manifiesto que el importe total que los bancos tenían otorgado a las administraciones ha disminuido, bien porque que han formalizado menos operaciones nuevas o no se han renovado algunas líneas de crédito, o bien porque se han amortizado algunas operaciones.
Por el contrario, las cajas de ahorros situaron sus créditos a la Administración en enero en 18.361 millones, lo que supone un aumento del 1,2% respecto a diciembre y del 33% respecto a hace un año, y pone de manifiesto que los bancos han reducido en mayor medida que las cajas la financiación a este tipo de clientes.
Sin embargo, las entidades que aplicaron una mayor moderación en la concesión de préstamos fueron las cooperativas de crédito y los establecimientos financieros de crédito (EFC), que redujeron su importe de créditos en enero en un 3,5% y un 4,10%, respectivamente, en relación a diciembre.
De este modo, el saldo total de los créditos de las cooperativas se situaba en enero en 764 millones de euros, mientras que el de los establecimientos alcanzó los 3.739 millones de euros. No obstante, este importe representa un crecimiento del 34% y del 61% respecto a enero de 2008, respectivamente.
Por el contrario, las administraciones públicas contaron con una mayor financiación procedente del ICO, que en enero sumaba 1.388 millones de euros en créditos, un 4,2% más que en diciembre y un 33% más que en enero de 2008.
En conjunto, teniendo en cuenta los préstamos de los EFC y el ICO, las administraciones públicas accedieron a 52.866 millones de euros hasta enero, que representa sólo el 3% del saldo total concedido por las entidades a los sectores residentes hasta este mes, y que se eleva hasta 1,86 billones de euros.
Del total de los activos dudosos contabilizados en enero sobre los créditos concedidos, 72.134 millones de euros, sólo el 0,11% correspondía a administraciones oúblicas, con un total de 85 millones de euros.