LD (EFE) La CBO afirmó que los ingresos del Estado han bajado casi un dos por ciento debido a la ralentización de la economía estadounidense. En julio, el Gobierno revisó su previsión económica y proyectó un déficit presupuestario de 389.000 dólares, muy por debajo de los cálculos del Congreso.
"Esta administración será responsable de los cinco peores déficit presupuestarios en la historia de EE.UU.", afirmó el demócrata John Spratt, presidente de la CBO. El 9 de septiembre pasado, el Congreso auguraba un déficit de 407.000 millones de dólares, con lo que la realidad ha superado incluso el peor de los escenarios dibujado por los legisladores.
El déficit del año fiscal 2008 equivale al 3,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU. frente al 1,2 por ciento que representó en el ejercicio anterior. La CBO basa sus cálculos en datos del Departamento del Tesoro, que publicará próximamente su propio informe.
El déficit récord de EE.UU. se debe a un aumento considerable del gasto en Defensa y otros programas, y menores ingresos debido a la crisis económica que está sufriendo el país. El gasto en Defensa subió un 11 por ciento en el año fiscal 2008, el mayor incremento desde 2004 y muy por encima de la media del siete por ciento de los últimos tres años, según la CBO.
El Pentágono entró en su sexto año de combate en Irak, que ha costado al Gobierno más de medio billón de dólares desde 2003. Sumado a los gastos que genera el conflicto en Afganistán, los contribuyentes estadounidenses han pagado cerca de 850.000 millones de dólares para financiar las dos guerras desde finales de 2001.
Los desembolsos del Gobierno también se incrementaron en partidas como los beneficios por desempleo, los seguros de salud Medicaid para los pobres y la Corporación Federal de Garantía de Depósitos.
"Esta administración será responsable de los cinco peores déficit presupuestarios en la historia de EE.UU.", afirmó el demócrata John Spratt, presidente de la CBO. El 9 de septiembre pasado, el Congreso auguraba un déficit de 407.000 millones de dólares, con lo que la realidad ha superado incluso el peor de los escenarios dibujado por los legisladores.
El déficit del año fiscal 2008 equivale al 3,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU. frente al 1,2 por ciento que representó en el ejercicio anterior. La CBO basa sus cálculos en datos del Departamento del Tesoro, que publicará próximamente su propio informe.
El déficit récord de EE.UU. se debe a un aumento considerable del gasto en Defensa y otros programas, y menores ingresos debido a la crisis económica que está sufriendo el país. El gasto en Defensa subió un 11 por ciento en el año fiscal 2008, el mayor incremento desde 2004 y muy por encima de la media del siete por ciento de los últimos tres años, según la CBO.
El Pentágono entró en su sexto año de combate en Irak, que ha costado al Gobierno más de medio billón de dólares desde 2003. Sumado a los gastos que genera el conflicto en Afganistán, los contribuyentes estadounidenses han pagado cerca de 850.000 millones de dólares para financiar las dos guerras desde finales de 2001.
Los desembolsos del Gobierno también se incrementaron en partidas como los beneficios por desempleo, los seguros de salud Medicaid para los pobres y la Corporación Federal de Garantía de Depósitos.
Un agujero fiscal creciente
Otro factor que contribuyó a agrandar el déficit presupuestario de EE.UU. era el paquete de estímulo fiscal de 168.000 millones de dólares que promovió el Gobierno para paliar los efectos de la crisis en la economía familiar de los estadounidenses.
Según las previsiones de la CBO, el agujero fiscal abierto este año continuará en 2009 y el próximo presidente de EE.UU. heredará un déficit que, según algunos expertos, podría superar incluso el registrado ahora.
Barack Obama o John McCain tendrán que asumir, además, el costo del plan de rescate de 700.000 millones de dólares aprobado el pasado viernes para devolver la estabilidad a los mercados financieros.
Otro factor que contribuyó a agrandar el déficit presupuestario de EE.UU. era el paquete de estímulo fiscal de 168.000 millones de dólares que promovió el Gobierno para paliar los efectos de la crisis en la economía familiar de los estadounidenses.
Según las previsiones de la CBO, el agujero fiscal abierto este año continuará en 2009 y el próximo presidente de EE.UU. heredará un déficit que, según algunos expertos, podría superar incluso el registrado ahora.
Barack Obama o John McCain tendrán que asumir, además, el costo del plan de rescate de 700.000 millones de dólares aprobado el pasado viernes para devolver la estabilidad a los mercados financieros.