La caída del déficit de la balanza por cuenta corriente se debió, principalmente, a la reducción del déficit de rentas, que compensó la ampliación del déficit de la balanza comercial y de transferencias corrientes, así como el deterioro del saldo positivo de los otros servicios.
En concreto, el déficit de la balanza comercial creció un 6,8% hasta junio y se situó en 22.892,6 millones de euros. Según explicó el Banco de España, esta evolución se produjo en un contexto de "recuperación" de los flujos comerciales, con aumentos interanuales del 16,3% en el caso de las exportaciones y del 14,3% en el de las importaciones, así como de una ampliación del déficit energético, ya que el no energético se redujo.
Por su parte, la balanza de servicios registró un superávit de 10.534,6 millones de euros hasta junio, cifra un 2,7% inferior a los 10.832,8 millones registrados en el mismo periodo de 2009.
Concretamente, el superávit registrado en los seis primeros meses del año por la rúbrica de turismo y viajes disminuyó levemente, al situarse en 11.140,8 millones de euros, frente a los 11.248,8 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior. Por su parte, el saldo negativo de los otros servicios aumentó un 45,7%, hasta 606,2 millones de euros.
El déficit de la balanza de rentas, por su parte, se contrajo un 36,8% y se situó en 11.536,1 millones de euros, en tanto que el déficit de la balanza de transferencias corrientes se situó en 5.685,6 millones de euros, un 9% más.
El saldo de la cuenta de capital, que recoge principalmente las transferencias de capital procedentes de la UE, generó un superávit de 3.767,7 millones de euros hasta junio, inferior al saldo, también positivo, registrado en los seis primeros meses de 2009, que fue de 2.214,8 millones.
Menor necesidad de financiación.
El saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que mide la capacidad o necesidad de financiación de la economía, registró una necesidad de financiación de 25.812 millones de euros hasta junio, inferior en un 19% a la contabilizada un año antes, que ascendió a 31.860,7 millones.
La cuenta financiera, excluido el Banco de España, acumuló un saldo negativo por valor de 39.300,8 millones de euros, frente a las entradas netas contabilizadas en los seis primeros meses de 2009, de 26.149,4 millones. En consecuencia, los activos netos del Banco de España frente al exterior retrocedieron en 71.146,9 millones de euros, frente a los 5.900,7 millones del mismo periodo del año pasado. Dicho descenso se concentró principalmente en los activos netos del Banco de España frente al Eurosistema, con 64.483,1 millones (271 millones de euros en 2009).
Por su parte, las reservas se incrementaron en 540,9 millones y los otros activos netos se redujeron en 7.204,7 millones de euros, frente a la disminución de 6.220,1 millones de los seis primeros meses de 2009.
Las inversiones directas originaron hasta junio un saldo positivo de 7.934,9 millones de euros. Mientras, las inversiones directas de España en el exterior generaron desinversiones, es decir, entradas, por importe de 4.761,1 millones, frente a las salidas de 8.374,7 millones de enero-junio de 2009.
Las inversiones en cartera originaron un saldo negativo de 13.209,6 millones de euros, frente a los 868,9 millones de igual periodo del año pasado.