El dato superó las previsiones de la mayoría de analistas, que habían pronosticado que la cifra, o bien quedaría sin cambios, o caería sólo una décima. La economía estadounidense creó 103.000 puestos de trabajo en el último mes del año pasado, por encima de los 71.000 creados en noviembre pero aun así por debajo de las expectativas de los analistas, que preveían que se creasen unos 175.000 empleos.
Pese a que el desempleo de diciembre es mucho mejor de lo previsto, los observadores señalan que la caída de cuatro décimas no obedece sólo a que más gente haya encontrado trabajo, sino al hecho de que muchos estadounidenses han desistido en su búsqueda laboral.
En 2010, EEUU creó 1,1 millones de puestos de trabajo, a un ritmo medio de 94.000 puestos mensuales. Las cifras reflejan además un incremento del 0,1 por ciento en el salario medio por hora, hasta los 22,78 dólares. La jornada media laboral se mantuvo estable en 34,3 horas.
Bernanke comparece
EEUU afronta una intensa jornada económica, ya que aparte de la publicación de las cifras de desempleo está prevista también la comparecencia del responsable de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, en el Congreso y el anuncio del nuevo asesor económico de la Casa Blanca.
La de hoy es la primera conferencia de Bernanke ante el nuevo Congreso recién inaugurado, en el que los republicanos tienen un mayor protagonismo tras arrebatar a los demócratas el control de la Cámara de Representantes y varios escaños en el Senado en las elecciones legislativas de noviembre pasado.
Se espera que durante la comparecencia de Bernanke salga también a relucir el polémico plan de la Fed para inyectar 600.000 millones de dólares en la economía de Estados Unidos hasta mediados del 2011 mediante la compra de bonos del Tesoro, a un ritmo de 75.000 millones de dólares mensuales.
Las actas de la última reunión del banco central realizada el 14 de diciembre muestran que la mayoría de los miembros del Comité de Mercados Abiertos de la Fed, encargado de fijar el rumbo de la política monetaria, creen que la compra de deuda es necesaria.
Los críticos aducen que el multimillonario plan de compra de bonos debilitará el dólar, lo que a su vez apreciará otras divisas y tendrá un efecto negativo en el sector exportador de los países afectados por el repunte en sus monedas. Los escépticos alertan también de que tiene el potencial de generar inflación.