LD (EFE) Este superávit fue resultado de unos ingresos de 54.718 millones de euros, el 14,3 por ciento más que entre enero y abril del año pasado, y unos pagos por 36.822 millones, el 3,8 por ciento más, según informó este martes en rueda de prensa el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña.
En términos de caja, que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional, el Estado tuvo un superávit hasta abril de 13.492 millones de euros, frente al déficit de 7.139 de un año antes.
Ocaña explicó que el superávit en términos de contabilidad nacional fue consecuencia de la "buena" evolución de los ingresos por impuestos, y a factores excepcionales como el retraso en las devoluciones del IVA que, indicó, se irán corrigiendo durante el ejercicio. Para Ocaña, estos datos confirman el "buen tono" de la economía, aunque subrayó que los conclusiones que pueden sacarse son "provisionales" ya que las cifras del primer cuatrimestre están afectadas por el efecto calendario. En este sentido, recordó que se espera que 2006 termine con un ligero superávit en las administraciones públicas al igual que en 2005.
La recaudación por ingresos no financieros ascendió a 70.288 millones de euros, lo que supuso el 11,1 por ciento más que en 2005. Dentro de los ingresos no financieros, los impuestos directos alcanzaron los 32.210 millones de euros, el 13,6 por ciento más, con un incremento de la recaudación por IRPF del 11,1 por ciento. Asimismo, el Impuesto sobre Sociedades experimentó un "notable" alza según Ocaña, del 22,5 por ciento, ya que en abril se produjo el primer pago fraccionado, y destacó que este dato justifica el adelanto de la reducción de este impuesto a las pymes, pactado en la reforma fiscal.
Los impuestos indirectos aportaron 34.450 millones a las arcas del Estado, el 10,7 por ciento más que un año antes, con una recaudación por IVA de 27.681 millones, el 13,1 por ciento más. Además, los impuestos especiales alcanzaron los 5.773 millones de euros, el 0,3 por ciento más, con un crecimiento del Impuesto sobre Hidrocarburos del 3,1 por ciento y un descenso del Impuesto sobre las Labores del Tabaco del 5,7 por ciento, que según Ocaña se debe al descenso en el consumo.
En términos de caja, que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional, el Estado tuvo un superávit hasta abril de 13.492 millones de euros, frente al déficit de 7.139 de un año antes.
Ocaña explicó que el superávit en términos de contabilidad nacional fue consecuencia de la "buena" evolución de los ingresos por impuestos, y a factores excepcionales como el retraso en las devoluciones del IVA que, indicó, se irán corrigiendo durante el ejercicio. Para Ocaña, estos datos confirman el "buen tono" de la economía, aunque subrayó que los conclusiones que pueden sacarse son "provisionales" ya que las cifras del primer cuatrimestre están afectadas por el efecto calendario. En este sentido, recordó que se espera que 2006 termine con un ligero superávit en las administraciones públicas al igual que en 2005.
La recaudación por ingresos no financieros ascendió a 70.288 millones de euros, lo que supuso el 11,1 por ciento más que en 2005. Dentro de los ingresos no financieros, los impuestos directos alcanzaron los 32.210 millones de euros, el 13,6 por ciento más, con un incremento de la recaudación por IRPF del 11,1 por ciento. Asimismo, el Impuesto sobre Sociedades experimentó un "notable" alza según Ocaña, del 22,5 por ciento, ya que en abril se produjo el primer pago fraccionado, y destacó que este dato justifica el adelanto de la reducción de este impuesto a las pymes, pactado en la reforma fiscal.
Los impuestos indirectos aportaron 34.450 millones a las arcas del Estado, el 10,7 por ciento más que un año antes, con una recaudación por IVA de 27.681 millones, el 13,1 por ciento más. Además, los impuestos especiales alcanzaron los 5.773 millones de euros, el 0,3 por ciento más, con un crecimiento del Impuesto sobre Hidrocarburos del 3,1 por ciento y un descenso del Impuesto sobre las Labores del Tabaco del 5,7 por ciento, que según Ocaña se debe al descenso en el consumo.