Para ello, el Gobierno pondrá en marcha a partir del día 1 de enero el Fondo de Economía Sostenible, dotado con 20.000 millones de euros para el período 2010-2011, de los que 10.000 millones corresponderán a la aportación que realizará el ICO y los restantes 10.000 millones a la que efectuarán las entidades financieras privadas que suscriban el convenio de colaboración.
Así lo expuso ayer la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, quien compareció ante los medios de comunicación escoltada por el presidente del ICO, José María Ayala, y por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, al término de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que analizó este fondo, aprobado el viernes pasado por el Consejo de Ministros.
La entrada del ICO en el capital de las empresas con acciones preferentes se materializará a través de dos fondos. El primero, de capital de inversión, estará dotado con 1.000 millones y se destinará a la inversión de infraestructuras y energía, con una cuantía máxima de 100 millones por cliente y un plazo de amortización tope de 30 años.
"Socio capitalista"
El segundo, de capital riesgo, contará con una dotación de 300 millones y la empresa recibirá un importe máximo de 15 millones, con un período de amortización límite de 12 años. Este fondo se destinará, especialmente, a financiar proyectos de innovación de empresas, sobre todo, de nuevo cuño. Salgado negó que el Gobierno tuviera voluntad de participar en la gestión de esas compañías al entrar el Instituto de Crédito en su capital. Más bien, según apostilló Ayala, se convierte en «un socio capitalista» a través del ICO.
El Fondo de Economía Sostenible se instrumentalizará también a través de un programa de cofinanciación directa de proyectos entre el ICO y las entidades crediticias, con una financiación de hasta 100 millones y un plazo máximo de 30 años. El ICO pondrá en marcha, además, una línea de mediación de hasta 2 millones de euros para autonómos, microempresas y pequeñas empresas. Esta cuantía se elevará a 50 millones para las medianas y grandes empresas.
Los plazos de amortización no podrán superar los 20 años. La dotación de la línea de mediación y del programa de cofinanciación directa ascenderá a 8.700 millones. En los casos en los que se acojan sociedades con una plantilla de hasta 50 empleados, el tipo de interés aplicable contará con una bonificación de 0,35%.
Los particulares podrán, por primera vez, llamar a la ventanilla del ICO para financiar la rehabilitación de sus casas. Eso sí, las obras deberán orientarse al ahorro energético y de consumo de agua y a la adaptación de la vivienda a las necesidades de las personas discapacitadas.
La lista de los proyectos que se pueden acoger a este fondo es larga. De hecho, con el mismo se podrá financiar activos fijos que tengan como objetivos, entre otros, la mejora de la eficiencia energética, la gestión del agua, la eco-innovación, el tratamiento y gestión de residuos, la movilidad sostenible, las energías renovables, la rehabilitación de viviendas y barrios y áreas rurales, la salud y biotecnología, la energía y el cambio climático, las tecnologías de la información y la comunicación, la aeronáutica y el sector aeroespacial, la atención a los mayores dependientes y colectivos vulnerables.
«Facilitador Financiero»
Así lo expuso ayer la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, quien compareció ante los medios de comunicación escoltada por el presidente del ICO, José María Ayala, y por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, al término de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, que analizó este fondo, aprobado el viernes pasado por el Consejo de Ministros.
La entrada del ICO en el capital de las empresas con acciones preferentes se materializará a través de dos fondos. El primero, de capital de inversión, estará dotado con 1.000 millones y se destinará a la inversión de infraestructuras y energía, con una cuantía máxima de 100 millones por cliente y un plazo de amortización tope de 30 años.
"Socio capitalista"
El segundo, de capital riesgo, contará con una dotación de 300 millones y la empresa recibirá un importe máximo de 15 millones, con un período de amortización límite de 12 años. Este fondo se destinará, especialmente, a financiar proyectos de innovación de empresas, sobre todo, de nuevo cuño. Salgado negó que el Gobierno tuviera voluntad de participar en la gestión de esas compañías al entrar el Instituto de Crédito en su capital. Más bien, según apostilló Ayala, se convierte en «un socio capitalista» a través del ICO.
El Fondo de Economía Sostenible se instrumentalizará también a través de un programa de cofinanciación directa de proyectos entre el ICO y las entidades crediticias, con una financiación de hasta 100 millones y un plazo máximo de 30 años. El ICO pondrá en marcha, además, una línea de mediación de hasta 2 millones de euros para autonómos, microempresas y pequeñas empresas. Esta cuantía se elevará a 50 millones para las medianas y grandes empresas.
Los plazos de amortización no podrán superar los 20 años. La dotación de la línea de mediación y del programa de cofinanciación directa ascenderá a 8.700 millones. En los casos en los que se acojan sociedades con una plantilla de hasta 50 empleados, el tipo de interés aplicable contará con una bonificación de 0,35%.
Los particulares podrán, por primera vez, llamar a la ventanilla del ICO para financiar la rehabilitación de sus casas. Eso sí, las obras deberán orientarse al ahorro energético y de consumo de agua y a la adaptación de la vivienda a las necesidades de las personas discapacitadas.
La lista de los proyectos que se pueden acoger a este fondo es larga. De hecho, con el mismo se podrá financiar activos fijos que tengan como objetivos, entre otros, la mejora de la eficiencia energética, la gestión del agua, la eco-innovación, el tratamiento y gestión de residuos, la movilidad sostenible, las energías renovables, la rehabilitación de viviendas y barrios y áreas rurales, la salud y biotecnología, la energía y el cambio climático, las tecnologías de la información y la comunicación, la aeronáutica y el sector aeroespacial, la atención a los mayores dependientes y colectivos vulnerables.
«Facilitador Financiero»