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El Gobierno adoctrina a los jóvenes en EpC: empresa "mala", Estado "bueno"

Las enseñanzas económicas de Educación para la Ciudadanía (EpC) son, como mínimo, "sorprendentes". La asignatura enseña a denostar la figura del empresario mientras que los manuales encumbran al gobierno. AMEF recoge en un documento algunas de estas "falacias del desconocimiento".

El estado es bueno, el empresario malo. Con esta frase se podría resumir las enseñanzas que recoge Educación para Ciudadanía en España. Los alumnos de Secundaria aprenden a denostar la figura del empresario y la empresa, mientras que el Estado es encumbrado como un ente protector de los más débiles en los principales manuales de esta nueva asignatura.

La Asociación Madrileña de la Empresa Familiar (AMEF) ha elaborado un documento bajo el título Educación para la Ciudadanía: Las falacias del desconocimiento, en el que recoge algunas de estas perlas de la formación económica en el vigente sistema de enseñanza pública.

"Es un hecho difícilmente rebatible que se está constantemente transmitiendo a la sociedad una imagen falseada y anacrónica de lo que es una empresa y de los que son los empresarios. Según todas esas leyendas que se transmiten en muchos medios y en casi todos los colegios de España, la empresa y el empresario son poco menos que la reencarnación, bajo nueva vestimenta, del mismo demonio. Para esa literatura tan extendida, el empresario es, en esencia y por esencia, malo", indica el informe.

Un ejemplo claro de esas "leyendas" pueden encontrarse en las citas recogidas de los libros de texto que estudian los niños y adolescentes españoles en segundo de educación secundaria (14 años). "Son verdaderamente sorprendentes", alerta AMEF.

1. Editorial ANAYA

Página 90: "El poder político es el poder supremo que, en una sociedad, decide, de manera obligatoria para todos, lo que debe hacerse y lo que no debe hacerse".

Página 104: "El Estado como red se seguridad [...] A lo largo de la vida podemos tener contratiempos inesperados. Para hacer frente a esas situaciones, un verdadero Estado de bienestar debe cumplir una función similar a la de la red de seguridad que suelen usar los trapecistas en el circo: en caso de que caigamos en algún momento de nuestras vidas, debe impedir que nos estrellemos".

2. Editorial SM

Página 143: "[...] Por desgracia, el derecho al trabajo no significa que todas las personas tengan asegurado un puesto de trabajo, sino que los Estados deben de hacer todo lo posible para lograrlo".

"Durante siglos, apenas hubo regulaciones en el trabajo. Los horarios eran muy largos, no había vacaciones pagadas, ni jubilaciones. El que contrataba podía exigir lo que quisiera. Siempre había un trabajador dispuesto a hacer lo mismo por menos dinero".

"Los sindicatos, que son las organizaciones de trabajadores para la defensa de sus derechos, han tenido mucha importancia a la hora de conseguir algunas mejoras. Los sindicatos luchan por la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores".

Página 153: "Las empresas multinacionales de los países desarrollados trasladan sus industrias a países con mano de obra barata y en los que hay menor protección de los trabajadores. De esta forma, obtienen mayores beneficios a costa de las condiciones laborales de los trabajadores de estos países".

Las alternativas: "En el año 2001 tuvo lugar la primera reunión del Foro Social Mundial en Porto Alegre [...] Algunas de sus propuestas son: fomentar el comercio justo, perdonar la deuda externa de los países menos desarrollados, invertir en los países del Tercer Mundo, disminuir el gasto militar. Esto permitiría a los países más desarrollados destinar el 0,7% del PIB a políticas de solidaridad con los países en vías de desarrollo".

3. Editorial MC GRAW HILL

Página 73: "[...] la inmensa mayoría de la población era esclava de sus necesidades y no le quedaba más remedio que aceptar las condiciones laborales que le imponían los dueños de las fábricas, los talleres y las otras fuentes de riqueza".

Página 139: "[...] si los servicios públicos dependieran exclusivamente del capital y la buena voluntad de las personas particulares o de las empresas privadas, probablemente, un gran número de ciudadanos nos veríamos privados de determinados bienes comunes".

"¿Por qué? Porque en la mayor parte de los casos, tanto las personas particulares como las empresas privadas atenderían preferentemente a sus beneficios económicos [...] En la sociedad del bienestar, como es natural, los servicios públicos no cesan de incrementarse".

Página 209: "¿Qué es el neoliberalismo económico? Es una teoría económica que defiende la libertad absoluta del mercado. Es decir, que sostiene que tanto en las relaciones laborales como a la hora de vender y comprar hay que regirse exclusivamente por la ley de la oferta y de la demanda".

"Esta teoría resulta funesta para las economías más débiles, para los obreros en general ¿Por qué? Porque casi todos los países son más las personas que quieren trabajar que los puestos de trabajo disponibles: por lo tanto, el trabajo es escaso".

"¿Y qué ocurre cuando el trabajo es escaso? Que por la ley de la oferta y la demanda, los salarios tienden a bajar. En consecuencia, el neoliberalismo económico, en principio, perjudica a todos los trabajadores, pero sobre todo a las mujeres trabajadoras".

Página 236: "¿Has oído la palabra deslocalización? Como sabes, debido a la globalización, el capital y las mercancías circulan libremente por todo el mundo [...]

¿Para qué lo hacen las empresas? Para obtener mayores ganancias, pues en los países de menor nivel económico los salarios son más reducidos, la legislación suele permitir jornadas más largas y los obrero son menos reivindicativos".

"Esta situación perjudica extraordinariamente a los trabajadores de los países desarrollados. ¿Por qué? Porque si las empresas se van aumenta el paro y, porque ante esta posibilidad, se ven obligados a moderar y reducir sus reivindicaciones, conformarse con salarios más bajos, e incluso a veces, a renunciar a ciertos derechos que tenían adquiridos con anterioridad".

4. Editorial OXFORD

Página 81: "D. Ramón era el dueño de una de las más importantes fábricas de papel del país. Debido a su avaricia por ganar dinero, no le importó que su fábrica contaminara el río sobre el que se asentaba, lo que provocó un vertido tóxico en el agua que llevó a la muerte a muchos peces y a la intoxicación de otros animales debido al consumo de agua y pescado contaminados. Quedaron afectadas gravemente las riberas, la fauna doméstica y salvaje, e incluso la atmósfera, por evaporación. D. Ramón conocía todo lo ocurrido y no le causaba la menor preocupación [...]".

Imagen "falsa" del empresario

Ante estas lecciones, AMEF señala que "casi nada de la verdadera esencia de lo empresarial tiene que ver con esa pintura gruesa, estereotipada y falsa que se hace de empresas y empresarios en los libros de texto de Educación para la Ciudadanía. Pintura que es la que los niños de nuestro país están aprendiendo, de forma descarada, en los colegios".

Todo eso es, en el peor sentido de la palabra, “literatura” o, si se prefiere, “ficción literario-sociológica”. La entidad recuerda que el empresario y la empresa "no están emparentados con el depredador, como tan machaconamente se insiste y tan irresponsablemente se repite en los libros de Educación para la Ciudadanía, sino que sus verdaderos ancestros son otros: el explorador, el inventor, el descubridor científico o el creador artístico".

Y es que, "también el empresario es un inventor de posibilidades, que crea e inventa, casi siempre, en soledad, sin que el entorno social entienda sus anhelos, y entre grandes dificultades de toda índole".

Además, la empresa es una "institución que cumple importantísimas funciones sociales, como crear puestos de trabajo, posibilitar el desarrollo profesional de los trabajadores, ascí como ser una "fuente importantísima de impuestos y contribuciones sociales que ayudan a mantenerse al Estado. El Estado ni genera dinero ni ahorra, se sustenta por lo que obtiene de ciudadanos y empresas".

Al contrario de los que se enseña son las "empresas y los empresarios, en su fuerza para multiplicarse, crearse y destruirse, las que impulsan la vitalidad de las sociedades. Y toda esa multiplicación se vuelve casi imposible cuando el multiplicador es uno y único: el Estado", añade.

Sin embargo, según AMEF, "nada de todo eso se explica o se cuenta en los colegios españoles. Lo único que se hace es seguir expandiendo falsos estereotipos que se venden como ideas, y que no sólo están congeladas en el pasado, sino que están muy poco sustentadas por los hechos. Son esencialmente ideológicas y falsas".

Esas simplezas lo único que consiguen es "paralizar y anestesiar los ojos y las mentes de las personas, especialmente de nuestros jóvenes", denuncian los empresarios familiares de Madrid. Lo que está haciendo el Gobierno con esta asignatura es "crear mentes dogmáticas y destruir el verdadero espíritu crítico".

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