LD (Lorenzo Ramírez) Confirmado. Las medidas “no convencionales” anunciadas por el Banco Central Europeo servirán para sanear una parte de los maltrechos balances de las entidades financieras españolas.
El Consejo de Gobierno del BCE decidió en su reunión del 7 de mayo que el Eurosistema lleve a cabo compras de bonos garantizados (principalmente cédulas hipotecarias) denominados en euros emitidos en la eurozona y apuntó que la cantidad rondará los 60.000 millones de euros.
Convertir créditos en bonos que compran y venden los inversores. Es el arte de la titulización, un mercado que hasta el estallido de las turbulencias financieras en Estados Unidos ha tenido un gran desarrollo en el comienzo del siglo XXI. El volumen anual de las emisiones se había multiplicado por 15 en España entre 2000 y 2007, arrojando un saldo de 307.000 millones de euros, según el Banco de España.
Desde que el BCE hizo este anuncio, bancos y cajas españoles han vuelto a emitir cédulas hipotecarias, un producto que no quieren los inversores porque su riesgo es muy alto, sobre todo cuando se negocian en el mercado europeo, cuyas entidades financieras no han reflejado aún en sus balances la depreciación de sus activos.
El rescate del organismo monetario fue confirmado este miércoles por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien se mostró convencido de que la banca española se beneficiará "sustancialmente" de la compra de bonos que acometerá el Ce, según informa Europa Press.
En este sentido, consideró que las entidades españolas tendrán capacidad de acceso a esta nueva fuente de liquidez y que, por tanto, se beneficiarán "sustancialmente" de ella. Las emisiones deberán tener un volumen aproximado de 500 millones o más -nunca por debajo de 100 millones de euros- y con un ráting mínimo de “AA”. Es decir, que no son de la máxima calidad (AAA).
Emisiones de deuda avaladas: 37.000 millones
Aunque esta no es la única vía que están empleando bancos y cajas españoles para cubrir el aumento de la morosidad y la depreciación de sus activos, fundamentalmente inmobiliarios. Las emisiones de deuda avaladas por el Estado seguirán aumentando, hasta alcanzar los 37.000 millones de euros.
Así lo confirmó la vicepresidenta económica, Elena Salgado, este martes en el Congreso, durante una interpelación formulada por el diputado del PP Álvaro Nadal. Además de esta emisiones, las entidades se han lanzado a emitir preferentes, que ofrecen una ata rentabilidad, pero que son muy arriesgadas y poco líquidas.
Pero la salud de los bancos y cajas españoles va a depender, en último término, del fondo de rescate que está negociando el Gobierno con los principales partidos de la oposición, cuyo coste se situará en el entorno de los 90.000 millones de euros y que será dirigido por el Banco de España.
Otra de las opciones que baraja el Gobierno es la de utilizar una parte de los 57.000 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la hucha de las pensiones) a comprar deuda bancaria, aunque el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, asegura que el Gobierno no lo hará sin apoyos parlamentarios. El PP se opone a la medida.