LD (Agencias) El Gobierno ha logrado este miércoles allanar el camino para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2008. Gracias a la mediación de Diego López Garrido, el PSOE se ha granjeado los apoyos suficientes para que se rechazaran las seis enmiendas a la totalidad que pedían la devolución de estas cuentas.
Con un total de 177 votos -los de todo el grupo socialista, junto con el PNV, el BNG, CHA, el ex diputado del PP Joaquín Calomarde y el parlamentario de Nueva Canarias Román Rodríguez- se rechazaron las seis enmiendas a la totalidad, votadas en bloque.
Además, en este pleno faltaron tres diputados del PP -sólo uno justificó su ausencia, según este partido- y otro parlamentario popular, Juan Salord, se equivocó votando en contra de las enmiendas. Por otro lado, el diputado de ICV -socio de IU en Cataluña- rompió finalmente la disciplina de partido y se abstuvo en la votación después de apoyar la enmienda a la totalidad impulsada por Izquierda Unida.
En el debate, el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, ha reconocido que ahora son "mayores" los riesgos que pueden orientar el crecimiento económico "más a la baja" de lo previsto, si bien añadió que la economía española "ha demostrado su adaptación" a los entornos cambiantes y en esta ocasión "no va a ser una excepción".
Solbes apuntó que, aunque las turbulencias financieras de los últimos meses suponen un "elemento adicional de incertidumbre", el crecimiento del 3,3 por ciento que prevé el Gobierno para 2008 sigue siendo una cifra "razonable" y "posible", aunque, admitió, "no inamovible".
El ministro de Economía y Hacienda también reconoció que es posible una nueva bajada de impuestos, aunque siempre que haya excedentes de ingresos, y señaló que aunque también desearía que baje la presión fiscal española, la actual es "competitiva".
Solbes se enzarzó en una discusión con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, sobre la herencia que dejaron los anteriores gobiernos popular y socialista, y mientras para el presidente del PP "la mejor" herencia fue la de su partido, el vicepresidente insistía en que los datos de ahora son "mucho mejores" que los que dejó el Gobierno de José María Aznar en 2004.
Rajoy, insistió en que se trata de unos presupuestos "electoralistas", con los que, dijo, el Gobierno "tira de la chequera" para "ocultar su fracaso político" en esta legislatura. El líder del PP apuntó que para los socialistas las cuentas son un "instrumento electoral" con medidas "dispersas" y "precipitadas", mientras el PP los elaboraba pensando en el interés general.
Para Rajoy, las inversiones del Estado y su reparto autonómico demuestran el "esperpento indescriptible" al que se ha llegado el Ejecutivo. En su opinión la asignación obligatoria de estas inversiones a determinados territorios por mandato estatutario es un ejercicio de "dudosa constitucionalidad".
Contrariamente a lo que ocurrió el año pasado, ninguno de los partidos que pidió la devolución de los presupuestos retiró su enmienda a la totalidad durante el debate, ni siquiera IU-ICV, cuyo portavoz, Gaspar Llamazares, reconoció "voluntad de cambio", aunque el diputados de Iniciativa por Cataluña, Joan Herrera, se desligaron y optaron por la abstención tras llegar a un acuerdo con el PSOE sobre inversiones para Cataluña.
CiU ha mantenido su enmienda a la totalidad porque, según su portavoz, Josep Antoni Durán i Lleida, los presupuestos "no cumplen con Cataluña" ni en lo que se refiere al Estatuto ni con lo acordado en las cuentas de este año. Durán i Lleida también consideró que los presupuestos "no cumplen con las expectativas sociales" y lamentó la "obsesión" del Ejecutivo con el superávit y la reducción de la deuda, que impide destinar más recursos a "necesidades por cubrir", además de criticar la falta de dinero para el sistema nacional de dependencia.
ERC coincidió con CiU en que los presupuestos no garantizan el cumplimiento del Estatuto en materia de inversiones para Cataluña y su portavoz, Joan Puig, también censuró que el Gobierno no publique las balanzas fiscales (lo que aporta al Estado y recibe de éste cada comunidad). Según los cálculos de ERC, estas balanzas reflejan un desequilibrio negativo para Cataluña de 19.000 millones de euros anuales.
Llamazares, por su parte, reclamó a Solbes un "giro a la izquierda" del presupuesto, y le recordó que la "ruptura" de este grupo con el Gobierno se produjo con la aprobación de la "contrarreforma fiscal" con los "apoyos de la derecha". Durante el debate, el vicepresidente segundo conoció la muerte de un hermano menor, y en el descanso para comer fue al tanatorio a reunirse con su familia. Después regresó al pleno, donde recibió las condolencias y muestras de afecto de numerosos miembros del Gobierno y diputados.
Con un total de 177 votos -los de todo el grupo socialista, junto con el PNV, el BNG, CHA, el ex diputado del PP Joaquín Calomarde y el parlamentario de Nueva Canarias Román Rodríguez- se rechazaron las seis enmiendas a la totalidad, votadas en bloque.
Los 168 votos de los partidos que enmendaron -PP, CiU, ERC, IU, CC y EA-, junto con el de Nafarroa Bai, no fueron suficientes para devolver las cuentas al Gobierno.
Los diputados de los verdes, que en las semanas previas habían amenazado con apoyar las enmiendas a la totalidad, han llegado a una serie de compromisos de política medioambiental que se incorporarán al proyecto del Gobierno en la tramitación parlamentaria.
Además, en este pleno faltaron tres diputados del PP -sólo uno justificó su ausencia, según este partido- y otro parlamentario popular, Juan Salord, se equivocó votando en contra de las enmiendas. Por otro lado, el diputado de ICV -socio de IU en Cataluña- rompió finalmente la disciplina de partido y se abstuvo en la votación después de apoyar la enmienda a la totalidad impulsada por Izquierda Unida.
Crecimiento a la baja
En el debate, el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, ha reconocido que ahora son "mayores" los riesgos que pueden orientar el crecimiento económico "más a la baja" de lo previsto, si bien añadió que la economía española "ha demostrado su adaptación" a los entornos cambiantes y en esta ocasión "no va a ser una excepción".
Solbes apuntó que, aunque las turbulencias financieras de los últimos meses suponen un "elemento adicional de incertidumbre", el crecimiento del 3,3 por ciento que prevé el Gobierno para 2008 sigue siendo una cifra "razonable" y "posible", aunque, admitió, "no inamovible".
El ministro de Economía y Hacienda también reconoció que es posible una nueva bajada de impuestos, aunque siempre que haya excedentes de ingresos, y señaló que aunque también desearía que baje la presión fiscal española, la actual es "competitiva".
La despensa
Solbes se enzarzó en una discusión con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, sobre la herencia que dejaron los anteriores gobiernos popular y socialista, y mientras para el presidente del PP "la mejor" herencia fue la de su partido, el vicepresidente insistía en que los datos de ahora son "mucho mejores" que los que dejó el Gobierno de José María Aznar en 2004.
Rajoy, insistió en que se trata de unos presupuestos "electoralistas", con los que, dijo, el Gobierno "tira de la chequera" para "ocultar su fracaso político" en esta legislatura. El líder del PP apuntó que para los socialistas las cuentas son un "instrumento electoral" con medidas "dispersas" y "precipitadas", mientras el PP los elaboraba pensando en el interés general.
Para Rajoy, las inversiones del Estado y su reparto autonómico demuestran el "esperpento indescriptible" al que se ha llegado el Ejecutivo. En su opinión la asignación obligatoria de estas inversiones a determinados territorios por mandato estatutario es un ejercicio de "dudosa constitucionalidad".
Contrariamente a lo que ocurrió el año pasado, ninguno de los partidos que pidió la devolución de los presupuestos retiró su enmienda a la totalidad durante el debate, ni siquiera IU-ICV, cuyo portavoz, Gaspar Llamazares, reconoció "voluntad de cambio", aunque el diputados de Iniciativa por Cataluña, Joan Herrera, se desligaron y optaron por la abstención tras llegar a un acuerdo con el PSOE sobre inversiones para Cataluña.
CiU ha mantenido su enmienda a la totalidad porque, según su portavoz, Josep Antoni Durán i Lleida, los presupuestos "no cumplen con Cataluña" ni en lo que se refiere al Estatuto ni con lo acordado en las cuentas de este año. Durán i Lleida también consideró que los presupuestos "no cumplen con las expectativas sociales" y lamentó la "obsesión" del Ejecutivo con el superávit y la reducción de la deuda, que impide destinar más recursos a "necesidades por cubrir", además de criticar la falta de dinero para el sistema nacional de dependencia.
ERC coincidió con CiU en que los presupuestos no garantizan el cumplimiento del Estatuto en materia de inversiones para Cataluña y su portavoz, Joan Puig, también censuró que el Gobierno no publique las balanzas fiscales (lo que aporta al Estado y recibe de éste cada comunidad). Según los cálculos de ERC, estas balanzas reflejan un desequilibrio negativo para Cataluña de 19.000 millones de euros anuales.
Llamazares, por su parte, reclamó a Solbes un "giro a la izquierda" del presupuesto, y le recordó que la "ruptura" de este grupo con el Gobierno se produjo con la aprobación de la "contrarreforma fiscal" con los "apoyos de la derecha". Durante el debate, el vicepresidente segundo conoció la muerte de un hermano menor, y en el descanso para comer fue al tanatorio a reunirse con su familia. Después regresó al pleno, donde recibió las condolencias y muestras de afecto de numerosos miembros del Gobierno y diputados.