LD (Agencias) Este aumento medio del recibo de la luz, que es una centésima inferior al incremento decretado para 2004, supera la media de los últimos años por diversas razones, como la estabilización de los tipos de interés y el aumento en el precio de los combustibles, según explicó Montilla, quien inauguró este lunes la interconexión eléctrica Alqueva-Balboa en Reguengos de Monsaraz (Portugal).
Además, el ministro español de Industria, José Montilla, también afirmó que para poner en marcha el Mercado Ibérico de la Electricidad (MIBEL) es necesaria una subida de las tarifas eléctricas. Según dijo, "para la existencia del MIBEL es necesaria la voluntad política, unas infraestructuras necesarias y la progresiva equiparación de las tarifas eléctricas entre ambos países, y en eso estamos.
El Real Decreto contempla una subida media de las tarifas integrales del 1,71 por ciento, con un alza del 1,74 por ciento para los consumidores domésticos y del 1,61 por ciento para los clientes de pequeñas industrias y servicios, riegos y alumbrado público. En cuanto a los consumidores de alta tensión, la subida media es del 1,61 por ciento, exceptuando los distribuidores, que deberán hacer frente a un incremento del 2,87 por ciento en sus tarifas.
En cuanto a las tarifas de acceso, las de baja tensión subirán un 1,71 por ciento, al igual que las de alta tensión, excepto las tarifas de conexiones internacionales, que lo harán en un 2,5 por ciento. Con el incremento establecido para 2005, la tarifa integral doméstica ha bajado un 34,45 por ciento desde 1997 en términos reales (un 9,45 por ciento teniendo en cuenta la evolución de la inflación).
Además, el Ministerio de Industria ha llegado a un acuerdo con las compañías eléctricas para al menos duplicar para 2005 los 50 millones de euros procedentes de la tarifa de este año que se destinarán a la mejora de la calidad en el suministro eléctrico. Con esta previsión de aumento de la factura eléctrica para 2005, el Departamento que dirige José Montilla cumple con los anuncios realizados con anterioridad por el propio ministro, que garantizó que el incremento de la tarifa estaría "dentro de los márgenes que prevé la legislación" (un aumento máximo anual del 2 por ciento).
Esta posición chocó, en principio, con los deseos de las empresas del sector, que defendían aumentos superiores al 2 por ciento (concretamente del 6 por ciento) alegando circunstancias excepcionales, como los fuertes aumentos experimentados en el precio de las materias primas o el incremento de los costes derivados de la aplicación del Protocolo de Kioto y del Plan Nacional de Asignación (PNA) de emisiones contaminantes.