Agal:
Ya puestos a lo de echarse a las calles, me parecería más justo y más entretenido lo del 14 de Julio de 1789. Sobre todo por ver las caras que se les pondría a esos esforzados defensores del pueblo al tiempo que comedores compulsivos de marisco y bebedores de grandes caldos con cargo a las Visa Oro.
Para ejemplo de despilfarro en una fundación del sector público, la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo. Está dirigida por Carlos Gómez Plaza, amigo y ex subordinado de la, ya por suerte cesada, Secretaria General de Empleo Maravillas Rojo. Este personaje procede de una oscura consultora, CORH Consultores, envuelta en los años 90 en un escándalo de informes falsos (El Mundo, 20/10/1994)
En pleno plan de austeridad lleva gastado 1 millón de euros en la adecuación de la nueva sede de la Fundación que, además, se ha elegido sin haber realizado convocatoria pública ni haber estudiado otras posibles ofertas más ventajosas como exige la ley de contratos públicos. En la Fundación se suceden las contrataciones irregulares realizadas con empresas amigas, saltándose los controles públicos.
Además, el gerente y resto de equipo directivo (14 personas) cobran sueldos por encima del presidente del Gobierno teniendo un nivel de responsabilidad infinitamente menor.
Y lo más grave es que todo este dinero es público y procede, para más inri, del Servicio de Empleo estatal que es el que financia la Fundación.
Para loboe. La idea del servicio político obligatorio me parece muy buena, como otras que he leído, pero el tema es ¿Quién le pone el cascabel al gato...? Los actuales políticos desde luego no y los que están en la retaguardia esperando que les caiga el "regalo" tampoco. Tendremos que lanzarnos a las calles como el día 8 de mayo de 1908.
Agal:
me temo que esa tuya es la pregunta del millón y desde luego, en tanto que no nos invadan los Marcianos y nos tengan en rediles para engorde, no creo que el asunto tenga una solución clara. En cualquier caso, ahí van dos propuestas:
a) Los capaces al poder. Dejando en el aire cómo y por quién se decide quienes son estos. Aunque para empezar, quizás se podrían probar los métodos al uso. Me refiero a los que utilizan las empresas de contratación de personal para fichar directivos.
b) La publicada en otro digital con motivo de un comentario similar al que nos ocupa. Copio y pego respetando la autoría del original -ya comenté en su momento que me parecía una idea digna de la mayor atención-.
Jimmy Mouron (22/10/2010) 09:32 a.m.
Se debería estudiar la posibilidad de reducir la presencia de los políticos en las Cámaras Institucioneles(Aytamientos, Gobiernos Autómicos, ...) al 30% y ocupar el otro 70% con ciudadanos que durante una máximo de 15 meses presten servicio al Estado. Cada reemplazo de ciudadanos se haría por orden alfabético y previa estratificación de la población según su cualificación académica y profesional. De los 15 meses de servicio obligatorio 3 serian para hacer el relevo entre los reemplazos entrantes y salientes. el Sevicio obligatorio sería remunerado.
Mientras no esté el Código Penal tras la "labor" de los políticos y estos se deban, ante todo, al partido. No hay solución. La única que se me ocurre es que se consiguiera que salieran elegidos los partidos minoritarios, que al no tener tantos ávidos de "que hay de lo mío" se podría dimensionar el sector público. De lo contrario ¿Cuál es la solución...?
Hace muchos años que vengo denunciando el hecho. Una vez más, se trata del viejo tópico: Hecha la Ley, hecha la trampa y en definitiva, se trata de saltarse los controles ya de por sí escuálidos a que debe someterse la actividad pública.
Por ejemplo: ¿Que la Ley establece un procedimiento operativo en los negociados de las distintas concejalías de los consistorios? ¡No problem! Se crea un aborto jurídico-filosófico al que llamamos Sociedad Anónima Municipal y ya tenemos el equivalente a la gestión púbica de lo que son las cuentas en las islas Caimán respecto a Hacienda.
Por supuesto y ya puestos, los "Consejeros" de las mencionadas sociedades se apuntan jugosas remuneraciones por su labor y por el acto de asistir a las juntas. La contratación de personal, ídem de lo mismo. Etc. Etc.
En fin, nada nuevo bajo el Sol. Lo que por cierto, me recuerda que lo que sería la bomba y de auténtico premio Nobel, sería la invención de un antídoto contra la corrupción, les estupidez y la estulticia de los seres humanos. Eso, a pesar de que me consta que están todos ustedes encantados de haberse conocido.
Esto hace saltar a la vista aquello que ya sabemos los ciudadanos normales que mantenemos a estos sinvergüenzas con nuestro sudor, via impuestos: que los principales "chorizos" están en el gobierno, ya sea estatal, autonómico o local. La "casta política" española se ha convertido en un conjunto de vividores, salvo contadas excepciones, que se "forran" con el ejercicio de su desacreditada profesión y que, en cuanto acceden a un "carguillo", procuran robar todo lo que pueden por si son cesados. Esto ha sido así tradicionalmente, se incrementó extraordinariamente en la época de FG, conocido como el "presidente de la corrupción", y se ha disparado astronómicamente con la entrada del "iluminado presidente por desgracia del 11-M". Mientras, para seguir robando y chupando a nuestra costa y que les dure el "chollo", suben el IVA , eliminan deduciones por vivienda en el IRPF, suben también éste y otros impuestos, recortan los salarios de los funcionarios, congelan pensiones, reducen su importe mediante trampas a través del Pacto de Toledo, etc., etc. ¿Hasta cuando seremos capaces de aguantar a estos desvergonzados?
Este invento de las empresas públicas, es un medio de las administraciones para externalizar gastos, endeudarse muy por encima de lo que permiten los órganos de control de las AA. PP. , enchufar a dedo a parte del rebaño del partido correspondiente, sin la preceptiva oposición pública, y filtrar dinero público hacia el sector pseudo privado que pasta alrededor de determinados cargos y organismos, que son legión...
Sin ser empleado público, opino que antes de abordar una hipotética reforma del estatuto del funcionario, o incluso de plantearse un mas que necesario ajuste de plantilla en el sector público, lo que se debería realizar a conciencia, es una revisión en profundidad de todo este ecosistema del derroche que se ha creado alrededor de las diferentes administraciones. La administración paralela...