Después de más de diez días permitiendo fumar en su bar sin haber recibido ningún tipo de notificación, el propietario de la Taberna Montecarlo, en El Álamo (un pequeño municipio de Madrid), José Simón, recibió el pasado viernes la visita de los inspectores sanitarios de la Comunidad de Madrid, que le abrieron un expediente sancionador por incumplir la Ley Antitabaco. "Me han dicho que me van a multar con 600.000 euros", el máximo legal previsto en la nueva reforma, afirma Simón.
Pese a ello, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid aclara que aunque, efectivamente, se le ha abierto expediente, éste todavía está en proceso de trámite y la cifra exacta de la sanción todavía no ha sido determinada hasta que se cierre el caso.
El sector anti-humos venía reclamando la sanción desde la semana pasada, debido a que Montecarlo había sido el único local que todavía no había sido sancionado a pesar de haberse declarado insurrecto, y después de que los otros dos bares insumisos de Valencia y el Asador Guadalmina en Marbella hubiesen recibido el expediente correspondiente.
José Simón ha asegurado a Libertad Digital que el 2 de enero, fecha de entrada en vigor de la Ley Antitabaco, aplicó la Ley como el resto de los hosteleros españoles. Pero sólo tres días después, y comprobando que su clientela había descendido en más del 60%, decidió volver a permitir fumar en su local ya que "si no lo hacía tendría que cerrar su negocio", asegura.
Hasta el mismo viernes su imagen todavía no había salido en los medios de comunicación, pese a que todos los días recibe y atiende a un gran número de periodistas. El hostelero tenía claro que la sanción llegaría cuando su rostro se hiciese público, y así fue.
El pasado viernes filmaron su imagen y cuatro palabras faltaron, aseguró, para que el delegado de Gobierno de Madrid llamara a la alcaldesa de El Álamo para pedirle que "le pararan", y que si no lo hacía en 45 minutos se presentarían en el local los inspectores.
José Simón recibió esta visita como un jarro de agua fría y aseguró que a una de las inspectoras "casi se le caen las lágrimas cuando le estaba abriendo el expediente". Lo curioso e, incluso, insultante para este profesional ha sido el cartel de "Prohibido Fumar" que le dieron junto a la apertura del expediente.
Tras preguntarle cómo va a hacer frente a la multa, Simón declara lo siguiente: "No daré marcha atrás. Llegaré hasta el final, aunque tenga que poner en peligro mi vida". Y es que, si en unos días no es retirado su expediente de sanción, Simón piensa ponerse en huelga de hambre "por la democracia y por España".