LD (Europa Press) El menor incremento de precios en 2006 coincide con una ligera ralentización económica, y podría contribuir a que la Reserva Federal se decida a bajar los tipos de interés, situados en la actualidad en el 5,25 por ciento. Pese al menor encarecimiento de la energía, el precio de la electricidad subió un 6,1 por ciento y se convirtió en la rúbrica con mayor avance. Aún así, este incremento es muy inferior al 16,7 por ciento del año anterior. Por otro lado, los servicios energéticos se abarataron un 0,6 por ciento, frente al incremento del 16,7 por ciento del año anterior.
Dentro del índice general, el aparejo y la recreación fueron las dos categorías con menores subidas de precios. En el primer caso, se produjo un encarecimiento del 0,9 por ciento, frente a la caída del 1,1 por ciento en 2005, mientras que en el segundo caso los precios subieron un 1 por ciento, una décima menos. Por contra, los productos sanitarios y la viviendas registraron las mayores subidas, del 3,6 por ciento y del 3,3 por ciento, respectivamente. Los precios de los alimentos subieron un 2,2 por ciento, una décima menos que en el año anterior. La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, aumentó un 2,6 por ciento, cuatro décimas más que en 2005 y el mayor ritmo desde el 2,7 por ciento marcado en 2001.
En diciembre, los precios aumentaron un 0,5 por ciento, frente al incremento cero de noviembre y a la caída del 0,5 por ciento en octubre. De hecho, la subida del último mes del año fue la mayor del semestre y se debió a un incremento de los precios del transporte y la energía. En el primer caso, el del transporte, se produjo un encarecimiento del 1,8 por ciento, que contrasta con los abaratamientos consecutivos de los tres meses anteriores. En el segundo caso, el de la energía, los precios subieron un 4,6 por ciento el interrumpieron una secuencia de varios meses de caídas que, en septiembre y octubre superaron el 7 por ciento. De hecho, en el cuarto trimestre, la energía se abarató un 11 por ciento. Los alimentos y las bebidas mantuvieron su precio en diciembre. La inflación subyacente se situó durante el mes en el 0,2 por ciento, lo que supone el nivel más alto en tres meses.
El descenso de la inflación parece haber mejorado la capacidad de compra de los estadounidenses. Según los datos difundidos este jueves, los ingresos medios semanales aumentaron un 2,1 por ciento en 2006, lo que supone el mayor incremento en nueve años. Los salarios medios de los estadounidenses habían caído durante tres años consecutivos, en lo que algunos analistas y los propios demócratas ven un indicio de que las políticas económicas del Gobierno de George W. Bush no están mejorando las condiciones de la clase media.
Por otro lado, el número de personas que solicitaron subsidios de desempleo se redujo en la última semana en 290.000, lo que supone el nivel más bajo en once meses, según informó el Departamento de Trabajo norteamericano. La Reserva Federal utiliza la inflación subyacente como uno de los criterios de mayor influencia en su política monetaria. En un intento de contener la subida de precios en un momento de fuerte crecimiento, la autoridad monetaria aplicó 17 subidas consecutivas en el precio del dinero de un cuarto de punto.