(Libertad Digital) La crisis económica sigue pasando factura a propios y extraños a lo largo del mundo. En EEUU, algunas grandes fortunas alimentadas a la sombra del negocio inmobiliaria están comenzando a tener serios problemas. Éste, podría ser el caso del famoso multimillonario Donald Trump.
Recientemente un artículo en el New York Times trataba de calcular cuál era el valor real del imperio Trump, levantando la sospecha de que el magnate estaba inflando el valor de sus propiedades.
Trump invirtió en el negocio inmobiliario una tercera parte del valor neto de sus propiedades, estimado en 150-250 millones de dólares en 2005 y de 788 millones de dólares en 2007, cuando estalló la burbuja inmobiliaria.
Las inversiones de Trump en el mercado inmobiliario está, en su mayoría, financiado mediante deuda. El mediático multimillonario tiene en propiedad algunos proyectos cuya devaluación, presa del estallido de la burbuja, podría haberle colocado en una situación incómoda. Esto es, que el valor real de sus propiedades sea inferior que la cuantía del apalancamiento. Una situación preocupante.
Según recoge el la web de análisis The Business Insider, el valor de las propiedades inmobiliarias de Tramp ascendía en 2007 a 25.000 millones de dólares. Las propiedades tenían un nivel de apalancamiento de 4 a 1. Es decir, que realmente desembolsó 5.000 millones de dólares y el resto lo financió, (20.000 millones). El problema es que ahora, el valor de esas propiedades ha caído cerca de un 30%.
Con estos datos, podríamos aventurar que Donald Trump, como poco, se encuentra en una situación muy delicada, ya que su imperio inmobiliario ahora tendría un valor de 17.500 millones de dólares, 2.500 millones menos del dinero que debe a los bancos.
Por otro lado, no podemos perder de vista que, de cualquier modo, Donald Trump podría poseer 2.500 
millones de dólares de otras actividades económicas, o de otras inversiones, lo que le permitiría mantener la solvencia. No obstante, esto no hace olvidar que el valor de su cartera inmobiliaria habría caído en picado. No hay que olvidar que es propietario de varios casinos en Las Vegas, una de las ciudades que más ha acusado el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Por supuesto, al magnate inmobiliario no quiere desvelar cuál es su estrategia empresarial o de inversión, por tanto, es muy improbable que el señor Trump desvele el valor real de su patrimonio neto. Mientras logre gestionar su flujo de caja y mantener a raya sus problemas patrimoniales, lo justo para que no amenacen su imperio, Donald no tendrá problemas.