LD (EFE) La SEC anunció ayer que había presentado cargos contra Stanford, cuyas oficinas en Houston (Texas) fueron registradas, pero hoy admitió que no sabe dónde se encuentra el multimillonario.
Stanford, que el año pasado fue declarado la persona número 605 más rica del mundo por la revista Forbes, tiene oficinas en Panamá, Venezuela, México, Ecuador, Perú y Colombia , y posee además seis aviones privados, según los medios locales.
La SEC lo acusa de engañar a los inversores, a los que vendió títulos a plazo fijo conocidos como certificados de depósito con unas tasas de interés "improbables y no justificadas". Para hacer que las creyeran, el Banco Internacional Stanford, con sede en Antigua, urdió una trama de mentiras, según la SEC.
Dijo que había logrado una rentabilidad de dos dígitos durante los últimos 15 años y garantizó a las víctimas que sus depósitos estaban seguros, pues invertía principalmente en instrumentos financieros "líquidos", lo que era falso, de acuerdo con la SEC.
Cuando los inversores se pusieron nerviosos tras el descubrimiento del fraude presuntamente llevado a cabo por Bernard Madoff, el Banco de Stanford les dijo que no tenía ninguna inversión "directa o indirecta" en sus fondos. En realidad, el Banco Internacional Stanford perdió unos 400.000 dólares en la trama de Madoff, según la SEC.
A petición de la SEC, el juez Reed O'Connor ordenó congelar los activos de Stanford, así como del director financiero del Banco Internacional Stanford, James Davis, y de la directora de inversión del Grupo Financiero Stanford, Laura Pendergest-Holt.
La agencia gubernamental también alega que hubo fraude en un programa de venta de fondos mutuos llamado Estrategia de Inversión Stanford , controlado por el multimillonario, que alcanzó un volumen de negocio de 1.200 millones de dólares.
Sus directores también se inventaron los datos históricos de su desempeño, lo que atrajo suficiente capital para generar 25 millones de dólares en ingresos por tasas entre 2007 y 2008, según la SEC.
Stanford, que el año pasado fue declarado la persona número 605 más rica del mundo por la revista Forbes, tiene oficinas en Panamá, Venezuela, México, Ecuador, Perú y Colombia , y posee además seis aviones privados, según los medios locales.
La SEC lo acusa de engañar a los inversores, a los que vendió títulos a plazo fijo conocidos como certificados de depósito con unas tasas de interés "improbables y no justificadas". Para hacer que las creyeran, el Banco Internacional Stanford, con sede en Antigua, urdió una trama de mentiras, según la SEC.
Dijo que había logrado una rentabilidad de dos dígitos durante los últimos 15 años y garantizó a las víctimas que sus depósitos estaban seguros, pues invertía principalmente en instrumentos financieros "líquidos", lo que era falso, de acuerdo con la SEC.
Cuando los inversores se pusieron nerviosos tras el descubrimiento del fraude presuntamente llevado a cabo por Bernard Madoff, el Banco de Stanford les dijo que no tenía ninguna inversión "directa o indirecta" en sus fondos. En realidad, el Banco Internacional Stanford perdió unos 400.000 dólares en la trama de Madoff, según la SEC.
A petición de la SEC, el juez Reed O'Connor ordenó congelar los activos de Stanford, así como del director financiero del Banco Internacional Stanford, James Davis, y de la directora de inversión del Grupo Financiero Stanford, Laura Pendergest-Holt.
La agencia gubernamental también alega que hubo fraude en un programa de venta de fondos mutuos llamado Estrategia de Inversión Stanford , controlado por el multimillonario, que alcanzó un volumen de negocio de 1.200 millones de dólares.
Sus directores también se inventaron los datos históricos de su desempeño, lo que atrajo suficiente capital para generar 25 millones de dólares en ingresos por tasas entre 2007 y 2008, según la SEC.