La planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza), paralizará su producción día y medio debido a la falta de abastecimiento de algunas piezas procedentes de Japón. La producción quedará interrumpida el próximo lunes 21 de marzo durante todo el día y el viernes 25 en el turno de tarde.
La empresa se ha negado ha especificar cuales son las piezas que le impiden finalizar sus vehículos por un motivo de solidaridad con el fabricante "No vamos a dar el nombre del proveedor por respeto. La presión por la que está pasando es muy fuerte y no queremos que su nombre salga también en los medios" han señalado. También explican que la incidencia de las piezas del país nipón en la producción de sus coches es muy pequeña ya que se trata exclusivamente de componentes de alto contenido tecnológico.
La fabrica zaragozana, que produce los modelos Meriva, Corsa y la furgoneta Combo, explica que ya ha informado de las novedades a sus más de 7.000 empleados y asegura que todavía no pueden evaluar en términos económicos lo que supondrá esta interrupción" seguimos trabajando con la mayor normalidad posible, el objetivo principal es que todos nuestros los clientes tengan su coche a tiempo". Por otro lado el Comité de Empresa estima que esta medida impedirá a la factoría montar 2.400 vehículos.
Otra planta española que está en peligro de desabastecimiento es la de PSA Peugeot Citroën de Vigo. Según informa La Voz De Galicia, la fábrica dispone de provisiones de ciertos componentes para un mínimo de una semana pero no han especificado cual es el impacto en su producción.
Tras el terremoto, las primeras en paralizar la producción han sido las principales empresas automovilísticas niponas. Toyota el mayor fabricante de automóviles del mundo suspendió sus operaciones en doce de sus fábricas japonesas y aunque prevé reanudar la normalidad en los próximos días, este parón supondrá este mes de marzo un descenso de la producción de 40.000 vehículos. Por otro lado, Honda y Mazda mantendrán el cierre de sus fábricas hasta el 20 de marzo. Nissan, otro de los grandes afectados, reabrió ayer una de sus plantas y prevé instaurar la normalidad en otra durante la jornada de hoy.
No solo el sector automovilístico sufrirá los problemas de suministros provocados por la catástrofe, el sector tecnológico, el del acero y todos los que dependen de estas industrias, como proveedores de accesorios tecnológicos, generadores de dispositivos médicos, concesionarios de coches, energía solar, construcción de barcos, el sector de la aviación y el de electrónica de consumo se encuentran en alerta ante una interrupción prolongada de sus cadenas.