El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha encontrado con un duro rival en su intervención en el Senado. El portavoz del Partido Popular en el Senado, Pío García-Escudero, le espetó que España ha llegado al "fin de la fiesta" tras seis años perdidos y un retroceso de muchos lustros. "Y usted, al que no le gusta pactar, recuerde la frase premonitoria de Mariano Rajoy: "Y cuando se apaguen las luces de la fiesta y haya que apretar los dientes, señor Zapatero, el único que estará a su lado, seré yo", añadió.
El portavoz del Partido Popular en el Senado, Pío García-Escudero, exigió a Zapatero que confesase públicamente que por culpa de su incapacidad para crear empleo, y cómo no sabe qué hacer para aumentar el número de cotizantes, "lo que pretende es reducir el número de pensionistas y la cuantía de las pensiones".
El dirigente popular se expresó en estos términos, en el transcurso de una pregunta oral al presidente del Gobierno en el Senado.
Según García-Escudero, Zapatero "llegó a Davos, y lo que iba a ser un festival de fotos, se convirtió en un festival de críticas, y al que comenzó dando lecciones a la UE de cómo salir de la crisis lo sentaron entre Letonia y Grecia, el país con más paro, y el que está al borde la quiebra. Y se topó usted con la cruda y amarga realidad, que se acabó la fiesta, que ha durado seis años: un cóctel, como lo define Joaquín Leguina, a base de un toque progre, cuarto y mitad de feminismo radical, otro tanto de retórica ecologista, rodajas de buenismo, vaso de anticlericalismo, y esencias de memoria histórica".
Seis años perdidos
En opinión del portavoz popular, los años de Gobierno de Zapatero, que calificó como "seis años perdidos", han supuesto la "dilapidación" de "la mejor herencia que nunca un presidente se encontró al llegar a la Moncloa".
García-Escudero recordó cómo hace sólo 20 días todavía el presidente afirmaba que estábamos saliendo de la recesión.
"¿Qué ha pasado en estos 20 días, señor Zapatero?", preguntó el portavoz del PP, que recordó como "de repente todo se ha vuelto en contra tras el terrorífico dato de la EPA, además 130.000 parados más en enero, 275.000 cotizantes menos a la Seguridad Social, 800.000 parados que se van a quedar sin prestación, déficit del 11,4% en 2009, se encienden las alarmas en los mercados internacionales y cae la bolsa. Y cunde el pánico y ahora, de golpe, hay que recuperar la confianza, dentro y fuera. Ahora, de manera espasmódica, hay que hacer reformas: de las pensiones, del mercado laboral, recortar el gasto público, reducir el déficit", dijo García Escudero.
Además, el dirigente popular indicó que la credibilidad de España está bajo mínimos y hasta Almunia la sitúa en la segunda división europea. Por ello, volvió a preguntar enfáticamente a Zapatero si se daba cuenta de lo que había hecho y dónde estaba aquella España que heredó en 2004, y que era "el motor económico de Europa y la que creaba más empleo que nadie".
También le recordó que el PP, junto con numerosos organismos españoles y extranjeros, lleva tres años diciéndole a Zapatero que es necesario emprender reformar y preparar el futuro. "Y usted, desde su soberbia, tres años despreciando exactamente lo que anuncia que va a hacer ahora deprisa y corriendo".
Un "ajuste duro"
Para García-Escudero, el problema de los anuncios de Zapatero es su inconcreción, razón por la cual le preguntó si lo que se avecina es un "ajuste duro" y si será capaz de hacerlo. Así, acusó a Zapatero de carecer de credibilidad para ofrecer a los españoles cualquier tipo de ajuste económico.
"¿Ha traicionado usted el que era su discurso hasta hace 20 días o se trata de poner el intermitente y seguir recto hasta estrellarnos? Porque no se pueden mantener dos discursos a la vez, señor Zapatero. No se puede aparentar ser implacable ante los mercados internacionales, y arrugarse ante las primeras voces en contra. No se puede tener un discurso ante los ciudadanos, y otro ante la Comisión Europea. No se puede hacer una propuesta por la mañana, y recular por la tarde con excusas increíbles", declaró.
La conclusión de todo esto, según el PP, es que si antes había una sensación de desgobierno, ahora hay alarma y caída libre, por culpa de un "Gobierno que da bandazos, como un pollo sin cabeza. De un Gobierno en manos del desconcierto, de la improvisación, del caos, de la torpeza".
El jefe de los senadores populares le exigió a Zapatero una reacción inmediata, capacidad de liderazgo y mano firme para dirigir las reformas. Además, le instó a "hablar claro a los ciudadanos, contarles la realidad, explicarles las dificultades y los sacrificios necesarios para vencer la crisis. Justo lo que usted no ha hecho".