En una comparecencia desde Ferraz inmediatamente posterior a la de Mariano Rajoy, que daba por inaugurado este sábado el curso político, José Antonio Alonso ha defendido que subirán los impuestos para "mantener la ayuda a los más favorecidos" y que el Estado pueda "garantizar la calidad de vida" de los españoles y seguir combatiendo la crisis con estrategias tan dudosas como el Plan E.
Para el portavoz parlamentario del PSOE, Rajoy, con sus críticas, ha demostrado ser "profundamente insolidario". En su opinión, "no le importan los ingresos del Estado" ni "su capacidad para prestar servicios". Por eso, dijo, "carece de política fiscal". Después insistió en la idea de que España tiene margen para subir los impuestos y que la presión fiscal es menor que en otros países.
Para Alonso, las palabras de Rajoy desde Galicia, donde advirtió que el Gobierno busca dinero para pagarse sus "gracietas", han sido "insolventes", "insolidarias", "demagógicas" y demuestran, en definitiva, que "no le importa el conjunto de los ciudadanos". Todo un adelanto de los argumentos que esgrimirán para las críticas que, con toda probabilidad, le seguirán llegando.
Pese a que le preguntaron los periodistas, Alonso no aportó ni un solo dato sobre la reforma fiscal que pretende abordar el Gobierno para tratar de paliar en algo el agujero en las arcas públicas. Alegó que Economía lo está estudiando y se traducirá en una "propuesta" que se enmarcará en los futuros Presupuestos Generales del Estado.
Aún tuvo tiempo el portavoz socialista en la rueda de prensa de seguir tratando de justificar la medida. Para Alonso, el incremento en los impuestos "va a beneficiar a la inmensa mayoría de los ciudadanos" porque el Estado podrá seguir "asistiéndolos" y creando infraestructuras, además de abordar con nuevos planes la crisis económica. La revisión, prometió, será "moderada, tranquila y temporal".