LD (EFE) Tras un acuerdo alcanzado entre el presidente del Gobierno y el entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, el Consejo de Ministros aprobó en diciembre de 2004 un Real Decreto que determina que la sede de la CMT debía trasladarse a Barcelona.
De esta forma, el regulador del mercado de las telecomunicaciones, que actualmente preside Reinaldo Rodríguez, completó su traslado de Madrid a la Ciudad Condal en enero del año pasado.
La Comunidad de Madrid recurrió el traslado por considerar que la decisión del Gobierno central estaba basada "en simples motivaciones políticas de oportunidad y conveniencia". La Comunidad solicitó, como medida cautelar que fue rechazada por el Supremo, la paralización del traslado hasta que el alto tribunal resolviese los recursos.
Por su parte, un grupo de trabajadores de la CMT recurrió la decisión del Gobierno al entender que infringía la Ley General de Telecomunicaciones. El Tribunal Supremo estimó los dos recursos y anuló el traslado de la sede del organismo dependiente del Ministerio de Industria.
Industria consideró que la resolución del Supremo "no cuestionaba ni el Real Decreto ni el traslado, y no ponía en duda ninguna decisión, sino que hablaba de falta de información".
Finalmente, el Consejo de Ministros aprobó otro Real Decreto que establece la sede de la CMT en Barcelona, corrigiendo los defectos formales observados por el Tribunal Supremo en el anterior Decreto del 30 de diciembre de 2004.