La esperanza que reina en el seno de la Unión Europea, EEUU y Asia sobre una pronta salida de la recesión -que iría acompañada de una subida de los tipos de interés en la segunda mitad del próximo año- comienza a desinflarse, después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) haya revisado al alza su previsión de demanda mundial de crudo para 2010.
Según informa el periódico británico Mail&Guardian, la AIE considera que el aumento que se está experimentando en el precio del barril de petróleo, si es sostenido, "pone en riesgo la frágil recuperación de la economía mundial". El crudo Brent- la referencia en Europa cerró el miércoles en los 79,47 dólares, con una subida del 0,63%.
El encarecimiento del crudo será letal, sobre todo, para los países que se están quedando rezagados en la salida de la recesión. Es el caso de España, donde una subida de los precios energéticos volverá a aumentar la brecha exterior y presionará sobre el Índice de Precios al Consumo (IPC), sacando a la economía de la deflación justo en el momento menos indicado.
Además, los países rezagados sufrirán en sus carnes las consecuencias de la eventual subida de tipos. Como ha señalado recientemente el miembro del comité ejecutivo y del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, el BCE planteará una subida de tipos "en el momento oportuno, cuando los riesgos al alza para la estabilidad de precios así lo aconsejen", y esa subida "será menos conveniente para aquellos países más retrasados en su recuperación", por lo que apuntó que "corresponde a los gobiernos nacionales comprenderlo para tomar las medidas oportunas".
Sube la demanda de petróleo y el precio
Pero sigamos con las previsiones de la AIE. La agencia con sede en París espera que la demanda de crudo mundial suba a 86,2 millones de barriles diarios el año que viene, lo que supone una revisión al alza de 140.000 barriles al día respecto a su informe mensual previo sobre el mercado del crudo.
También señala que el consumo de crudo mundial se perfila para crecer en el cuarto trimestre por primera vez desde mediados de 2008, sobre todo debido al aumento del consumo en los mercados emergentes.
Las subidas de las bolsas, la debilidad del dólar -que ha atraído inversores para poner su dinero en los futuros del crudo y el oro- y el crecimiento de la economía china han sido los principales motores del ascenso del precio del petróleo, que ha aumentado casi el 80% este año.
La subida de los precios se ha producido a pesar del persistente exceso de inventarios de crudo en los países industrializados desde el comienzo del año y la abundante capacidad de bombeo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
El pasado verano: 147 dólares
El crudo experimentó su máximo el pasado verano, cuando el Brent (de referencia en Europa) alcanzó los 147 dólares por barril, en medio de tensiones geopolíticas y de un nuevo debilitamiento del dólar. El salto del oro negro coincidió con un nuevo acceso de debilidad del billete verde que entonces se vendía a 1,59 dólares por euro, acercándose a su más bajo nivel histórico frente a la divisa europea.
Una vez más, el dólar fue socavado por los dos gigantes de la refinanciación hipotecaria en Estados Unidos, Fannie Mae y Freddie Mac, en caída desde principios de 2008, que arrastraron a Wall Street. Y la debilidad del dólar incitaba a los inversores a comprar materias primas en dólares para cubrirse contra la inflación.
"Los precios del petróleo siguieron subiendo, debido a un resurgimiento de tensiones geopolíticas y a temores por la oferta", explicaba entonces Andrey Kryuchenkov, analista de la casa Sucden en declaraciones a AFP.
Insistió en que "como siempre, el mercado es muy sensible a cualquier interrupción potencial de la oferta y a las tensiones geopolíticas". Se refería a las pruebas de misiles en Irán, los conflictos bélicos en Nigeria y las huelgas en la petrolera estatal brasileña Petrobras.
A partir de entonces, el barril de crudo comenzó a abaratarse hasta principios de 2009, momento en el que inició una senda alcista que en las últimas semanas se ha agudizado, como se puede observar en el siguiente gráfico:
